*Apologética en la Liturgia de la Palabra*
Martes, V Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo C.
*Lecturas del día:* 1Re 8, 22-23. 27-30; Sal 83, 3. 4. 5 y 10. 11; Mc 7, 1–13
*Comentario:*
La predisposición y el prejuicio preconcebido en el corazón son obstáculos que impiden y bloquean la acción del Espíritu Santo. Una persona con el alma así nunca podrá entender las cosas de Dios ni entender una sola línea de la Biblia. Todo lo contrario, las alteran y acomodan para tapar la verdad y justificar las propias equivocaciones. Esto es lo que sucede con hermanos que, con la intención ya premeditada de verter desprecios hacia la Iglesia Católica van a la lectura de la Biblia en ese estado espiritual. Lástima que pierdan tanto tiempo valioso; porque, ¿de qué les sirve leer tanto la Biblia si al final la interpretan muy mal, por no liberar antes su corazón de toda clase de predisposición doctrinal? Son grupos que adecúan la Biblia a la doctrina que tienen, y no debe ser así.
Como sucede al leer el evangelio de hoy (cf. Mc 7, 1-13) y su paralelo en (Mt 15, 1-9). Los hermanos separados de la Iglesia Católica creen que allí Jesucristo condenó las tradiciones de los católicos, desviando lo que realmente el texto dice. Allí Jesucristo no se está refiriendo a los Sacramentos ni a la Jerarquía de la Iglesia Católica, fundamentos que, por cierto, el propio Cristo instituyó y estableció.
Si hicieran el esfuerzo, al menos por un instante, de liberar sus mentes y sus corazones de prejuicios anti católicos e interpretaran objetivamente el texto del evangelio de hoy, se darían cuenta, sin necesidad que un católico se los explique, Jesús está condenando normas y costumbres, que los fariseos habían impuesto por su cuenta, y con las que anulaban mandatos de Dios, como el de honrar a padre y madre (Mt 15, 3-9). Los fariseos preferían cuidar su apariencia de perfectos y cubrirse con el cumplimiento puntual de sus ofrendas al templo (Korban), que corresponder como hijos a ayudar a sus padres de familia remediando sus necesidades. Con eso enseñaban a la gente a violar el cuarto mandamiento de la ley de Dios, poniendo por encima, leyes inventadas por hombres.
Deberían pasear la mirada hacia adentro de sus organizaciones y apreciar la similitud entre las “tradiciones” de los fariseos y lo que hacen muchos dirigentes que se hacen llamar pastores cristianos y, mientras ellos abundan en dinero y lujo, sus padres o sus hermanos viven en suma pobreza, necesidad y abandono. ¡Cuidado! Porque esa mancha también ha entrado para ensuciar lo interno de la única Iglesia que Cristo fundó; porque, donde está lo de Dios, ahí siempre el diablo ronda al acecho para mundanizar.
Hay que advertir de la alteración a la Biblia que han hecho los grupos protestantes para desviar la doctrina original revelada sobre la importancia de la Tradición para el cristiano. En su traducción, la Reina Valera, y otras de uso protestante, quitaron la palabra <<Tradiciones>>, y la cambiaron por <<Instrucciones>>, <<Doctrinas>>, <<Enseñanzas>>, como si todas significaran lo mismo. Eso ocurre en los siguientes pasajes de la Sagrada Escritura: 2Tes 2, 15; 2Tes 3, 6; 1Cor 11, 2.
*Para compartir:*
1.- ¿Instrucciones, doctrinas, enseñanzas, significan lo mismo que tradiciones?; ¿Qué distingue una de las otras?
2.- ¿En qué ayudaría a la unidad de los cristianos, dejar a un lado las predisposiciones al leer la Biblia?
*Elaborado por:*
P. Héctor Pernía, mfc