Sábado, VIII Semana del T. Ordinario.
Comentario:
Del evangelio de hoy…
”El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres? Respondedme.» Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: «Del cielo», dirá: «Entonces, ¿por qué no le creísteis?». Pero ¿vamos a decir: «De los hombres?»» Tenían miedo a la gente; pues todos tenían a Juan por un verdadero profeta. Responden, pues, a Jesús: «No sabemos.» Jesús entonces les dice: «Tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.» (Mc 11, 30-33)
Los sumos sacerdotes de esa época siempre querían justificar todo con su sabiduría de humanos, así como muchos hoy en día. Pero ya había anuncio de esto:
«Y El dijo: Ve, y di a este pueblo: «Escuchad bien, pero no entendáis; mirad bien, pero no comprendáis.…” (Is 6,9-10)
Que bonito es cuando entendemos las cosas de Dios y su voluntad casi sin esfuerzo alguno y sin estar justificando todo. Muchos buscamos y rebuscamos para entender las cosas de Dios y no nos dejamos llenar de ÉL. Dios da la sabiduría a los hombres pues ella viene de Él:
«Porque Yavé da la sabiduría, de su boca salen el saber y la verdad.» (Pro 2,7)
«Toda sabiduría viene del Señor, y con él está por siempre.» (Ec 1,4)
Hay hermanos que se nos acercarán y nos dirán que no tenemos el correcto entendimiento de la palabra de Dios. y, por lo general, nos mostrarán: «Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento. Por cuanto tú has rechazado el conocimiento, yo también te rechazaré para que no seas mi sacerdote; como has olvidado la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos.(Os 4,6).
¿Qué debemos hacer para que Dios nos dé sabiduría?
«Si alguno de ustedes ve que le falta sabiduría, que se la pida a Dios, pues da con agrado a todos sin hacerse rogar. El se la dará. Pero hay que pedir con fe, sin vacilar, porque el que vacila se parece a las olas del mar que están a merced del viento” (Stg 1, 5-6)
Los católicos desde el principio siempre pedimos a Dios que nos guíe e ilumine para actuar de acuerdo a su voluntad. Hemos estado en unión permanente pero no por nosotros sino por Dios. Esto es una lucha diaria que lleva siglos ya que el hombre siempre quiere justificarlo todo (hasta con señales divinas) y saber más que Dios.
”Una generación perversa y adúltera busca señal, y no se le dará señal,…” (Mt 16,4)
Y si somos ciegos al evangelio nos perdemos.
”Y si todavía nuestro evangelio está velado, para los que se pierden está velado,…” (2 Cor 4,3-4).
Para compartir:
1. ¿Antes de estudiar la palabra de Dios pides que te de sabiduría?
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