*Liturgia<📖>Apologética*
De la Liturgia de la Palabra.
Viernes de la Octava de Pascua
Fecha: 26 de abril de 2019
*Comentario:*
En los acontecimientos seguidos a la Resurrección, Jesucristo manifiesta de dos modos que está vivo, lleno de gloria y poder: unas veces lo hace personalmente, y otras, cumpliendo lo anunciado, edificando la Iglesia sobre los apóstoles. Esto es necesario tenerlo en cuenta para poder descubrir la verdadera Iglesia y los auténticos Ministros de Cristo, en medio de tantísimos lugares que se auto otorgan el título de «Iglesia» o de tantos intrusos que se auto confieren el título de «apóstoles», con el sólo propósito de arrastrar a las ovejas hacia intereses personales muy distintos a los del mismo Evangelio.
En la primera lectura *(Hch 4, 1-12)* encontramos a los apóstoles hablando con autoridad, dirigidos por el Espíritu Santo y actuando en nombre de Cristo y de toda la naciente Iglesia, ante las principales autoridades religiosas de Israel. _“Les pusieron en medio y les preguntaban: «¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho vosotros eso?» Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, puesto que con motivo de la obra realizada en un enfermo somos hoy interrogados por quién ha sido éste curado»”_ *(Hch 4, 7-9)*
La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular, nos dice hoy el *Sal 117, 22.* Siento compasión y dolor por tantos hermanos que acuden a templos e «iglesias» edificadas por hombres fuera de la piedra angular. Levantadas a nombre de Cristo, y en nombre de Cristo, sin obedecer a sus palabras, edificando fuera de la Roca y las Columnas establecidas por Cristo *(cf. Mt 16,17-19; Jn 10, 3; 20,22-23; 21,15-17)*. Tales organizaciones tienen levantadas sus edificaciones, enseñanzas y gobierno, al margen y desafío constante al edificio de piedras vivas (personas) erigidas desde Cristo en el Santo Bautismo, y sobre la predicación, el gobierno ministros provenientes de modo directo desde Cristo, a través de los siglos, hasta nosotros mediante la sucesión Apostólica.
Toda cuanta impostura de «iglesia» y de «apóstoles» existan son edificaciones imprudentes, construidas sobre arena *(Mt 7, 24-27)* que no resistirán el torrente y el viento impetuoso de la presencia de Dios.
En el Evangelio *(Jn 21, 1-14)* se corrobora lo que estás leyendo. Los Apóstoles permanecen, luego de la Crucifixión de Cristo, tal cual Cristo los constituyó: en comunidad y bajo el gobierno y pastoreo de Simón Pedro, que les dice: _«Voy a pescar.»_ Le contestan ellos: _«También nosotros vamos contigo.»_ Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada (v. 3). Esto también se percibe apenas Juan se da cuenta que es Jesucristo el que se les manifestó. Enseguida se lo notificó a Pedro (v. 7).
*Preguntas para compartir:*
_1) ¿Qué aprendizajes te quedaron de esta publicación?_
2) _¿Conoces otros fundamentos sobre la apostolicidad de la Iglesia de Jesucristo?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc
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