Apologética en la Liturgia de la Palabra
¡LA CARNE Y LA FE!
Lunes, XXX Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas del día: Rm 8, 12-17; Sal 67, 2. 4. 6-7ab. 20-21; Lc 13, 10-17
Comentario:
Por la polarización de enfoques en el modo de ver la vida y de ver a Dios, las personas que viven según la carne chocan fuertemente con aquellas que viven según el espíritu, porque van a la santa Misa con frecuencia o asisten a actividades y celebraciones de la Iglesia Católica.
En la primera lectura, san Pablo, tipifica esos dos modos de ser: Los que viven según la carne y los que viven según el espíritu; y las reacciones de ambos modos, las describe un poco antes, desde el verso cinco, cuando dice:
“Efectivamente, los que viven según la carne, desean lo carnal; más los que viven según el espíritu, lo espiritual. Pues las tendencias de la carne son muerte; más las del espíritu, vida y paz, ya que las tendencias de la carne llevan al odio de Dios: no se someten a la ley de Dios, ni siquiera pueden; así, los que viven según la carne, no pueden agradar a Dios” (Rm 8, 5-8).
En el Evangelio se encuentran reflejados estos dos modos en el jefe de la sinagoga y Jesucristo. Aquel hombre era esclavo de una Ley hecha por hombres, con criterios meramente humanos, carnal, que sometía a obligaciones que impedían el ejercicio de los mandamientos principales de Dios para el hombre: la caridad, la compasión y la misericordia; y se alteró contra Cristo porque sanó a una mujer que llevaba años enferma y ya por eso se irritó, porque, según él, Jesús había violado la Ley del Sábado, en la cual estaban prohibidos los milagros durante ese día, pero, sin embargo, justificaban desatar el buey del pesebre ese día y llevarlo a pastar.
El aprendizaje apologético de hoy tiene dos vertientes:
El católico que viva según el Espíritu tendrá, sin duda, más incidencia de convicción ante los hermanos protestantes que, por nuestros anti testimonios, dudan de si la Iglesia Católica es o no la Iglesia que Cristo fundó. Ésta será la principal ayuda para que la enseñanza doctrinal tenga más impacto y credibilidad.
Los que viven según la carne están relacionados en la Biblia con los que viven según las obras de la Ley, y los que viven según el espíritu, son los que viven de la Fe en Jesucristo y obtendrán la vida eterna (cf. Ga 6, 7-8). El que vive según la Ley, lleva atada su alma, tal cual esclavo, a toda la legislación antigua que jamás pudo salvar y liberar a nadie (cf. 2Co 3, 4-18; Ga 3, 10-13; 4, 21-31) y termina viviendo como los israelitas a la espera del Mesías ignorando que se hizo presente. Los que viven según el Espíritu, en cambio, son liberados del peso de la Ley y ahora viven libres, en Cristo, justificados, ya no por la Ley antigua, sino por la Fe en nuestro Señor Jesucristo (cf. Rm 7, 1-7).
Para compartir:
1.- ¿Qué crecimiento espiritual te ha aportado esta publicación?
2.- ¿Qué pasa entre el cristiano y Jesucristo si éste se va del lado de los mandatos de la Ley antigua?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc