XI Semana del Tiempo Ordinario.
Comentario:
¿Podía Dios llevar al cielo a la virgen María?
La respuesta es sí, porque Dios es Todopoderoso y si lo hizo con Elías, ¿cómo no lo iba a hacer con quien alcanzó más gloria y santidad?. De Elías nos dice hoy la primera lectura: ”Dios arrebató a Elías en el torbellino al cielo. Elías y Eliseo partieron de Guilgal… Le dijo a Eliseo: «Pídeme lo que quieras que haga por ti antes de ser arrebatado de tu lado.» Dijo Eliseo: «Que tenga dos partes de tu espíritu.» Iban caminando mientras hablaban, cuando un carro de fuego con caballos de fuego se interpuso entre ellos; y Elías subió al cielo en el torbellino”. (2Re 2, 1. 10. 11), similar lo hizo con Henoc (Hb 11, 5) y también con Habacuc (Dn 14, 39).
¿Pueden los Santos ayudarnos?
Dios actúa por medio de sus siervos y, a través de ellos, manifiesta su portentoso poder, tal como lo hizo por medio de Elías: «Tomó Elías su manto, lo enrolló y golpeó las aguas, que se dividieron de un lado y de otro, y pasaron ambos a pie enjuto». (2Re 2, 8) Y luego, también lo hizo Eliseo: ”Tomó el manto de Elías y golpeó las aguas diciendo: ¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías?» Golpeó las aguas, que se dividieron de un lado y de otro, y pasó Eliseo.” (2Re 2, 14) Tales actos de gracia eran sólo sombra y preludio del poder que a través de sus siervos, más santos, Jesucristo manifestaría en la Nueva Alianza.
Pero, ¿podemos pedirle algo a los Santos?
Todo siervo de Dios es portador de lo que en ellos Él ha realizado y de las gracias que les ha confiado, no tanto en favor de ellos sino de sus hermanos. Por ello, en la misma primera lectura encontramos este testimonio que responde, de modo directo, a esta pregunta: “Cuando hubieron pasado, dijo Elías a Eliseo: «Pídeme lo que quieras que haga por ti antes de ser arrebatado de tu lado.» Dijo Eliseo: «Que tenga dos partes de tu espíritu.» Le dijo: «Pides una cosa difícil; si alcanzas a verme cuando sea llevado de tu lado, lo tendrás; si no, no lo tendrás.» (2Re 2, 9-10)
Es importante destacar que dichos dones y gracias no se manifiestan en cualquiera que se pregone a sí mismo como cristiano. Como dice el Salmo de hoy: ”Qué grande es tu bondad, Señor! Tú la reservas para los que te temen, se la brindas a los que a ti se acogen, ante los hijos de Adán.” (Sal 31, 20). Es para aquellos que viven con total entrega lo que Jesús ordenó, como lo muestra hoy el Santo Evangelio: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial». (Mt 6, 1)
Para compartir:
1-. ¿Por qué hay personas que se resisten a aceptar que Dios otorgue gracias especiales a sus siervos más santos?
2-. ¿Tienes algún testimonio de algún santo que te haya ayudado en alguna ocasión? Compártelo con tus hermanos…
Elaborada por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc
Los comentarios están cerrados.