Lecturas del día:* Eclo 24, 1-4. 12-16; Sal 147; Ef 1, 3-6. 15-18; Jn 1, 1-18.
Comentario:
En la Liturgia de la Palabra de este domingo resplandecen dos hermosos tesoros de la fe católica, que caen como anillo al dedo para hacer el bien a quienes, por desconocimiento, niegan la doctrina de la divinidad de Jesucristo y la existencia de los Santos.
Su Divinidad:
Respecto a la divinidad de Cristo, el apóstol Juan, al inicio de su evangelio, nos comunica la revelación de un atributo sólo posible y perteneciente a Dios: su eternidad.
Comentando este evangelio, San Juan Crisóstomo, eminente doctor de la Iglesia en el siglo cuarto y comienzos del quinto, expone: _“Mientras los demás evangelistas empiezan por la Encarnación, San Juan, yendo más allá de la concepción, del nacimiento, de la educación y del desarrollo de Jesús, nos habla de su eterna generación, diciendo: «En el principio era el Verbo».”_ *(1)* y, para no dejar en el aire o en incógnita, qué clase de naturaleza tiene Jesucristo, el Verbo eterno, el evangelista precisa y dice: _“el Verbo era Dios.”_ *(Jn 1, 1).*
El Espíritu Santo también dejó revelada la condición divina de Cristo al indicar, en primer lugar, que no fue creado; y, en segundo, que Él es el artífice de toda la creación; coeterno con el Padre y origen de todo cuanto existe. Así está escrito: _“CRISTO: la Palabra, el Verbo estaba en el principio junto a Dios. Todo se hizo por Él y sin Él no se hizo nada.”_ *(Jn 1, 2-3)*
Jesucristo es Dios antes, durante y después de la Encarnación en el vientre de María. Es por eso que, a través del salmista y a manera de anuncio profético, en la figura ejemplar de los Magos de oriente, Dios convoca a todas las naciones a adorar al Mesías en el pesebre de Belén *(cf. Sal 71, 10-11)*
Sus Santos:
Él viene para hacer de los suyos un pueblo de Santos, y hace de ellos, un firmamento de estrellas para quienes en el mundo caminan entre tinieblas. Jesucristo es el firmamento eterno e infinito y los Santos, son el paisaje celeste de estrellas brillantes que de noche hacen tan hermoso el universo. Sorprende que haya quienes se ufanen de llamarse cristianos mientras niegan justamente la vocación a la que son llamados por Aquel a quien dicen seguir: JESUCRISTO.
San Pablo, en la carta a los Efesios, es la voz de Dios llamándonos a ser eso, Santos de Cristo para el mundo: _“nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, (…) para que conozcáis cuál es la esperanza a que habéis sido llamados por él; cuál la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los santos”_ *(Ef 1, 4-5. 18)*
Fuente:
1] Documento en línea: San JUAN CRISÓSTOMO, in Ioannem; _’Catena Aurea: comentarios de los Padres de la Iglesia por versículos’;_ https://www.deiverbum.org/jn-01_01-18/
*Para compartir:*
1.- _¿Qué signos o elementos de los textos bíblicos de hoy revelan que Cristo es Dios?_
2.- _¿Qué propósito o fin habrá detrás de las Sectas que de modo intolerante atacan la doctrina de los Santos?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc