Martes, Feria del Tiempo de Navidad.
Lecturas del día: 1 Jn 3, 7-10; Sal 97, 1. 7–9; Jn 1, 35-42.
Comentario:
En la Santa Eucaristía, cuando el sacerdote eleva la Hostia Consagrada, proclama: “Éste es el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo…” *(Jn 1, 29. 36);* Inspirados en los escritos de San Cirilo de Alejandría sobre la Eucaristía, podemos afirmar: «Allí ya no se necesita el anuncio de Juan Bautista proclamando: ‘Preparad el camino al Señor’ *(Mt 3, 3)* sino el anuncio, donde él mismo desnuda, ante la vista de todos, la presencia, en persona, del Mesías: ’He ahí el Cordero de Dios’” Refiriéndose al Sacrificio Eucarístico, con duras pero certeras palabras, San Cirilo expresa una gran verdad: «Hoy, el Cordero verdadero, representado antaño por símbolos, la víctima sin mancha, es llevado al matadero.» *(1)*
¡Qué tardos somos para caer en cuenta que allí, en ese instante de la Eucaristía, se cumple ese pasaje de las Escrituras!: «He ahí el Cordero de Dios» *(Jn 1, 29)* y que de esa proclamación nace la Iglesia.
Apenas Juan hace esa solemne presentación de Cristo, dos discípulos de Juan allí congregados, fueron a ver al Mesías. Jesús les invitó a que fueran a ver dónde vivía. Aún no les había llamado a ser sus apóstoles. Andrés, uno de esos dos discípulos, fue a avisarle a su hermano Simón que había encontrado al Mesías, que quiere decir ‘Cristo’, cuando lo lleva ante Jesús, ocurre algo sorprendente e inesperado para la lógica humana: Apenas viéndole por primera vez, Jesús fijó su mirada en él y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas» – que quiere decir, «Piedra». *(Jn 1, 42)*
Los hermanos de la Iglesia Ortodoxa, que ven en Andrés el timonel y la autoridad de la Iglesia de Cristo, pasan por alto este definitivo detalle: Andrés fue el instrumento para que a Cristo llegara Simón, la Roca que Cristo quiso escoger para levantar Su Iglesia. Roca sobre la que su propio hermano Andrés se debía parar para estar en Cristo. Si Andrés fuese el timonel, el cambio de nombre no tenía que haber sido para su hermano Simón, sino para él.
Ese acto, tan sagrado y solemne, que deja por escrito el evangelista Juan, se lo encuentra de modo más amplio y detallado en *Mt 16, 17-19:* Replicando Jesús le dijo:
He aquí una evidencia tan contundente, que ningún adversario de la Iglesia Católica puede derribar: Simón es LA ROCA elegida por CRISTO para EDIFICAR SU IGLESIA; y no una simple piedrita pequeña, como algunos de ellos suelen inventar para restarle importancia a Pedro y eludir la obligación de obedecer su autoridad como Vicario de Cristo en la tierra.
Porque, de no tener Simón la primacía sobre su propio hermano Andrés y sobre los demás apóstoles, ¿Por qué no fue a Andrés, el primero de los Doce en conocer a Cristo y quedarse un día con él, o a cualquiera de los demás apóstoles, sino a Simón, al único a quién apenas Jesús le ve, le cambió el nombre para darle una nueva identidad, una Misión de lo Alto de los Cielos? ¿Por qué hace sólo con Pedro, algo tan semejante a lo que en la antigüedad hizo con Abraham, para constituirlo en padre de todas las naciones? *(Gn 17, 5)*
*Fuente:*
*(1)* San Cirilo de Alejandría; Sobre el Evangelio de san Juan: «Destruyó el pecado»; Libro II: PG 73, 192PG; deiverbum.org/Jn-01_35-42/
*Para compartir:*
1.- _¿Cómo se desarrolló la elección que Cristo hizo de su apóstol Pedro para constituirle en jefe y pastor de su Iglesia?_
2.- _¿Por qué Jesús le cambió a Simón el nombre y le dio el de CEFAS, que significa, roca?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc