Fiesta de Santa Rosa de Lima
*Lecturas del día:* 2 Cor 10,17 – 11, 2; Sal 148; Mt 13, 44 – 46
*Comentario:*
Hoy la Iglesia, especialmente en América Latina, celebra la Fiesta de Santa Rosa de Lima quien, junto con la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de Guadalupe, comparten el Patrocinio de nuestro Continente. Como lo dice el Misal Romano «Santa Rosa de Lima fue el primer fruto de santidad de nuestras tierras americanas reconocido por la Iglesia Universal».
Las lecturas de la Fiesta nos brindan la oportunidad de tratar la Virginidad como Don y Misterio, y que cobra gran actualidad, sobre todo porque se está queriendo promover dentro y fuera de la Iglesia un cambio en la comprensión de la moral sexual cristiana que, en nombre de un «aggiornamiento», altera el dato revelado presente en la Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia.
Aunque la virginidad consagrada femenina no estaba considerada en el Pueblo de Israel, sobre todo porque este estilo de vida se consideraba como una conexión con el pensamiento pagano de que las mujeres sólo podían ser vírgenes si estaban destinadas al sacrificio humano a los ídolos o a las artes adivinatorias como las Vestales o las Pitonisas; sin embargo, la virginidad antes del matrimonio era considerada una consecuencia de la vivencia de la Ley consignadas en Éxodo 20, 14 y todo el capítulo 18 del Levítico.
Cristo, con su vida célibe por el Reino, reveló el valor de la virginidad y el celibato para varones y mujeres en tal forma y medida que cuando San Pablo escribe a los Corintios en su primera carta en los capítulos 6 y 7, puede proponer algo que para los judíos hubiera sido impensable: VIRGINIDAD Y CELIBATO como estados de vida en sí mismos.
Por éso es que en los siglos siguientes los escritos de los Padres de la Iglesia, las Apologías a los Emperadores y las Actas de los Mártires dan testimonio de que varias mujeres se consagraban a Cristo, formando incluso el ORDO VIRGINUM, consagrando a Cristo la integridad de su cuerpo como expresión de un Corazón desposado con el Cordero. Esta vocación cristiana fue prolongada siglos después con las órdenes religiosas femeninas y en la actualidad sigue presente.
Si bien es cierto que desde la Revolución Sexual de los años 60’s, la virginidad ha dejado de ser socialmente considerada como un valor, ésto no significa que la Divina Revelación ha cambiado y que la Fornicación haya mutado de ser un pecado grave a una expresión auténtica de la Vida en Cristo.
Si algunas iglesias protestantes y sectas se han acomodado a la mentalidad del mundo y si hay sacerdotes que no han leído o profundizado el Catecismo de la Iglesia Católica, la Humanae Vitae, la Sacerdotalis Coelibatus, la Familiaris Consortio, la Amoris Laetitia o el último documento «Varón y Mujer los creó» y hasta se atreven durante la confesión a deformar la conciencia moral de los Bautizados diciéndoles a los jóvenes que tener relaciones sexuales antes del matrimonio no es pecado y que sólo usen preservativo, etc… no significa que Dios haya cambiado su Palabra. La Vida consagrada es incluso una forma de vida entre Ortodoxos, Protestantes y Evangélicos. Por tanto, que como bautizados católicos vivamos la Castidad desde un corazón convertido y que la Virginidad vuelva a ser propuesta con toda su riqueza a la Iglesia y al mundo.
*Para compartir:*
1. ¿Habías oído hablar del Orden de las Vírgenes?
2. ¿Qué podemos aprender ecuménicamente de la forma en como algunos protestantes viven sinceramente la virginidad por amor y fe en Cristo?
*Elaborado por:*
P. Christopher Cortés, mfc