*Lecturas del día:* Eclo 35, 12–19; Sal 34, 2–3, 17–19, 23; 2Tim 4, 6–18; Lc 18, 9–14
*Comentario:*
El evangelio de este domingo nos trae la parábola del fariseo y el publicano, y en ambos personajes, una representación de dos actitudes muy frecuentes también en nuestros tiempos.
Anoche, mientras celebraba la Eucaristía con personas de la tercera edad, les decía: _“Les voy a hacer varias adivinanzas: ¿Quiénes son esos ‘algunos’ de los que habla el evangelista, que andan convencidos de ser justos y desprecian a los demás que no son como ellos, y que no andan con ellos? De modo muy espontaneo, contestaron: “¡los evangélicos!”._ Una abuelita añadió: _”ellos dicen que son los únicos que se van a salvar, que son los 144.000, y que todos los católicos nos vamos a ir al infierno”._
Luego seguí: _”Tratemos de traer ese pasaje del fariseo y el publicano a nuestros tiempos. ¡Les tengo otra adivinanza! ¿Quiénes son hoy esos que con actitud de orgullo y soberbia dicen como el fariseo: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás, que son ladrones, injustos, adúlteros, idólatras, pecadores, paganos… Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todas mis entradas.”_ Y otra vez, aquellos abuelos, a una sola voz dijeron rápido: _los “evangélicos”._ Me imagino que fue cuando apenas oyeron cuando dijo, los que pagan el diezmo.
Y me dije: _¡Caramba! ¡Sin palabras!_
Y por si acaso, también les pregunté: _”Y ¿a quiénes representa este otro? ”…el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador”. *(Lc 18, 13)* ¿quiénes son los que cuando van a la Iglesia acostumbran a sentarse siempre en los puestos de atrás?”_ ¡Fue para reír! De modo unánime, todos aquellos ancianitos levantaron su mano. Decían que siempre se sentaban detrás, en los últimos bancos de la iglesia. Ahh, y proseguí. _»El publicano se daba golpes de pecho cuando rezaba. ¿Quiénes son los que hacen igual cuando oran?”_ Los ancianos respondieron: _Los católicos. Siempre nos critican diciendo que nos lo pasamos en la iglesia dándonos golpes de pecho._ Caigo en cuenta que, justamente los católicos, al hacerlo, actúan también como el publicano que decía: _”ten compasión de mí, Señor, que soy un pecador”._ Los católicos, en la iglesia, se dan los golpes de pecho mientras hacen la oración del ‘Yo Confieso’, y se reconocen pecadores diciendo: _”por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa_”.
¡Vaya profundidad la que tiene la gente sencilla para darse cuenta de las cosas! Los personajes del fariseo y el publicano, repartidos. A los católicos nos quedó el papel del pecador, que, en verdad, de eso tenemos mucho; y, a los hermanos protestantes, el papel de los intachables y perfectos. ¡Ojalá nunca caigan! Dijo San Pablo: _”Así, pues, el que crea estar en pie tenga cuidado de no caer.”_ *(1Cor 10, 12)*
¡Las cosas que pasan cuando de modo espontaneo la gente se expresa libremente!
*Preguntas para compartir:*
1. _¿Qué agregarías al testimonio que iban dando los ancianos sobre este evangelio?_
2. _¿Has notado entre católicos la actitud de fariseo y, entre protestantes, la del publicano? Comenta por qué_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc