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Liturgia<📖> Apologética
De la Liturgia de la Palabra.
VII semana del tiempo ordinario
Fecha: 27 de febrero de 2019Comentario: Uno de los datos que curiosamente aparecen en los evangelios sinópticos y los Hechos de los Apóstoles es la noticia de que existieron personas o grupos que sin ser parte de los Doce apóstoles, sentían admiración por Jesús e intentaron realizar exorcismos en su Nombre, tal como lo vemos en el Evangelio de hoy: Mc 9, 38 – 40.
Aunque en todo el Antiguo Testamento no se menciona la realización explícita de un exorcismo, sin embargo, para la época de Jesús era una actividad frecuentemente ejercitada por diversos miembros de las sectas judías. Por esta razón no es extraño que tal vez algún miembro de estas sectas, al ver la autoridad con la que Jesús expulsaba a los demonios se haya aventurado a ocupar su Nombre en la realización de sus exorcismos.
La fórmula con la que lo hacía no está expresada en los textos sinópticos, pero hay 2 posibilidades; 1. Que haya dicho: En el Nombre de Jesús, quien ha mostrado tener autoridad sobre ustedes, salgan, ó 2. En el Nombre de Jesús, salgan. La primera indicaría un simple uso funcional – experimental, pero la segunda implicaría ya un acto de fe en Jesús, con lo cual aquel hombre estaba avanzando hacia el camino de la Conversión.
Más aún, en los 8 primeros capítulos de los Hechos de los Apóstoles se nos comunica cómo varios judíos – sacerdotes incluidos – se fueron bautizando y adhiriendo a la Primera Comunidad Cristiana. No sería raro que muchos de estos admiradores de Jesús, tras su muerte y resurrección y la predicación kerygmática hayan dado el paso definitivo de la fe.
Por tanto, el texto de hoy no avala un sectarismo en el que cada quien haga uso del Nombre de Jesús como le plazca, sino que apela a un proceso de Conversión en el que todos los que invocamos el Nombre sobre todo Nombre, pasamos de la distancia a la cercanía, de la utilización a la obediencia, de la separación a la unidad en la fe y de la lucha frontal a la fraternidad auténticamente cristiana.
El Ecumenismo es tarea de todos los bautizados y no puede limitarse a la Semana de Oración del 18 al 25 de enero. De hecho, en la Eucaristía y en la Oración Universal Solemne del Viernes Santo constantemente pedimos por la Unidad de los Cristianos. Hagámoslo, pues, de manera consciente y comprometida a fin de que la Iglesia brille como lo que es: Comunidad en Conversión y no prolongación del Drama de Caín.
Preguntas:
1. ¿Ofrezco mi Eucaristía por la Conversión de todos los bautizados, incluidos los todavía no católicos?
2. ¿He malentendido y mal practicado el Ecumenismo?
Elaborado por:
P. Cristopher Cortés, mfc
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