*Lecturas del día:* Rm 13, 8-10; Sal 111, 1-2.4-5.9; Lc 14, 25-33.
*Comentario:*
¡El que ama no hace daño! Dice San Pablo, y seguramente estemos de acuerdo con Pablo, quien nuevamente nos habla de la primacía del amor. ¡El que ama, no miente, no daña, no roba, no hace daño!, pero como humano pudiéramos preguntarnos ¿hasta cuándo?. _«Amar hasta que duela»,_ (Madre Teresa) y es que amar, muchas veces también es, RENUNCIAR.
Precisamente, hoy en su evangelio, Jesús nos presenta con tono autoritario, exigente y radical: _«el que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío»,_ *(Lc 14, 33)* ¿Por nuestras mentes ha pasado la idea de renunciar a todo por seguir a otro?.
¡Asusta este planteamiento!¿Debo renunciar a todo? ¿Tengo que quedarme sin nada?. Esa pregunta la responde Jesús, _«porque todo el que quiera salvar su vida la perderá y todo el que pierda su vida por causa mía, la hallará»_ *(Mt 16, 25)* nos pide entonces vivir la vida que Dios quiere para nosotros, no se trata de acumular riquezas, se trata de vivir en la verdad que es Jesús para encontrar sentido a nuestra existencia.
¿Contrasta todo esto con la «doctrina de la prosperidad» de las sectas protestantes o doctrina de la “palabra de Fe», que ve al Espíritu Santo como un poder utilizado de la manera que el creyente lo desee?
Son sectas de una avaricia destructiva, Pedro los llama ¡falsos maestros! *(cf. 2 Pe 2,1-3).* También Pablo le aconsejaba a Timoteo tener cuidado con las disputas necias de hombres corruptos *(cf. 1 Tim 6,5)*
Esta falsa doctrina de prosperidad es simplemente una forma de idolatría, anteponiendo el trabajo y el dinero por encima de Dios. La oferta engañosa de un mundo sin sufrimiento y de una prosperidad meteórica, va en contra de lo que enseña Jesús y la iglesia. La avaricia es idolatría *(cf. Ef 5,5)*
Ahora se hace normal ver como nuestras prioridades son un teléfono, un carro, una mascota, una persona, un título universitario, olvidando el primer Mandamiento _»Amar a Dios sobre todas las cosas»,_ la palabra de Dios es contundente.
_»No te afanes por hacerte rico, sé prudente y desiste»_ *(Pro 23,4)*
Nos pide guardarnos de la avaricia *(cf. Lc 12,15)*
Aprender a ser conformes *(cf. 1 Tim 6,6-8)*
Debemos tener confianza *(cf. Fil 4,12)*
Es la raíz de muchos males *(cf. 1 Tim 6,10)*
Con estas citas bíblicas podemos echar por tierra de que la relación con Dios sea un trueque de oración a cambio de bienes materiales. El verdadero evangelio de la prosperidad que Jesús nos pide es: compromiso y sacrificio, entrar por la puerta estrecha.
*Preguntas para compartir:*
1- _¿En manos de quién pongo mi vida y esperanza?_
2- _¿He olvidado que donde está mi tesoro, allí está mi corazón?_
*Elaborado por:*
Franklin Terán, mfc