✝️ VUELVE A DIOS 🛐
La “cultura” de la muerte se ha extendido por toda la historia de la humanidad. Sin embargo, ha sido en los últimos tres siglos que esta ha asumido unas características sin precedentes.
Desde los años 70, líderes de los países más poderosos han analizado los factores que han influido en el crecimiento demográfico global. «Durante la presidencia de Richard Nixon, se creó la Comisión sobre el crecimiento demográfico y el futuro de Norteamérica, presidida por John Rockefeller III, los estudios los llevó a cabo Henry Kissinger, quien generó el “Memorándum de Estudio para la Seguridad Social Nro. 200” (1)
Dentro de las consideraciones, el informe afirma que el crecimiento demográfico de los “países menos desarrollados” pone en peligro la economía y la seguridad nacional de EEUU. El documento propone como “solución” los programas de control demográfico. (1)
Entre las estrategias presentadas ante las Naciones Unidas para apalear tal impacto está «la Planificación Familiar y salud reproductiva o salud sexual, donde se propone que la población acepte no tener hijos o que su fertilidad quede reducida al mínimo. Para ello el Informe Kissinger, propone la educación sexual, anticoncepción y aborto presentándolos como “derechos” e insta a las demás naciones miembros para que trabajen juntas en la búsqueda de formas de estabilización de la población mundial». (1)
Los niños se convierten en el blanco de esta guerra. Los más poderosos convencen a los padres, especialmente a las mujeres, que ellos deben decidir tener a su hijo o no, bajo el amparo del Estado. Se sumó a esta guerra, la ideología de género, promovida principalmente por organismos internacionales que auspician la legalización del aborto. (1)
Queda en evidencia que los países más poderosos buscan el control demográfico a través de diferentes tipos de legislaciones, lo que ellos llaman el “equilibrio demográfico mundial”. Lo hacen exterminando a los niños, mutilando el futuro de nuestra sociedad.
Como católicos debemos aborrecer todas estas prácticas ya que van en contra del valor y el carácter inviolable de la vida humana. Ya lo señaló San Juan Pablo II a través de la Encíclica Evangelium Vitae, al referirse además al gran deterioro moral que estas prácticas advertían y dejando claro el clamor a la vida como práctica de los hijos de Dios.
Apostar por la «cultura de la vida», es hacer «un «santuario de la vida» (n.92 ss.), en la maduración de un «fuerte sentido crítico» para discernir «los verdaderos valores y las auténticas exigencias» (n.95), cristianas para unir profundamente «la fe cristiana y sus exigencia éticas con respecto a la vida» (n.95), en la formación de una conciencia moral que redescubra el nexo inseparable entre vida y libertad, entre libertad y verdad (n.96)» (2)
Fuente:
1] Documento en línea: Cultura Católica (2018) La guerra contra los niños, ONG Provida Buenos Aires, Argentina (guión Dr. Roberto Castellano) [https://youtu.be/ikiLS7ZyEbQ]
2] Juan Pablo II, Carta enc. Evangelium Vitae (25 marzo 1995) Documento el Línea: [ http://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_25031995_evangelium-vitae.html]
Para reflexionar y compartir:
1. ¿Crees que matando a tu hijo la sociedad mejorará?
2. ¿Estarías dispuesto(a) a defender a tu hijo muy a pesar de otras personas que pretenden decidir matarlo por supuestos “derechos sobre la paternidad responsable y salud reproductiva o salud sexual”?
🔍 Investigación:
Carmensol Mejía, mfc
Fecha: 30 de noviembre de 2020
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