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LITURGIA 📖 APOLOGÉTICA
XXXIV Semana del Tiempo Ordinario
Liturgia de la Palabra:
Fecha: 01-12-2018Comentario: Culminamos la última semana del Año Litúrgico con las lecturas de este sábado, y, con ello, también, la escucha de los textos del Apocalipsis y del Evangelio de San Lucas.
En ambas lecturas, se nos muestra la plenitud que la historia, la humanidad y el Universo entero están llamados a alcanzar en Cristo al final de los tiempos, y la Gloria de Dios a la que estamos llamados como bautizados llamados a la conversión. Y la única manera de alcanzarla es por medio de la virtud teologal de la Esperanza.
Si bien es cierto que, a finales del siglo pasado, las sectas obtuvieron parte de su éxito por una predicación basada en el fin del mundo; sin embargo, pareciera que aunque la situación ya no es tan marcada como antes, sigue persistiendo.
Ciertamente, la esperanza cristiana no es la consecuencia de un miedo, ni mucho menos, de una actitud hipócrita. La esperanza cristiana es un don de Dios llamado a crecer en nosotros, para que, día a día actuemos, no caminando en vano, sino firmes y constantes hacia el encuentro definitivo con Dios.
Por esta esperanza, el cristiano no absolutiza este mundo, pero tampoco lo abandona a su suerte. Por la esperanza cuida su cuerpo sin caer en los excesos, cuida su corazón para no esclavizarlo con los bienes pasajeros, vive con certeza la fe expectante en la resurrección de los muertos y anhela con intenso deseo la Segunda Venida de Cristo, que es lo mejor que puede pasarle a nuestro mundo y a cada uno de nosotros, si vivimos en conversión auténtica.
Por lo tanto, oremos pidiendo que como cristianos católicos hagamos de nuestra vida y testimonio la mejor apología de la auténtica esperanza y – de esta manera – tanto a los equivocados como a los desesperanzados, les mostremos que en Jesús nuestra vida tiene futuro.
¡Maran athá!: ¡Ven Señor Jesús!
Preguntas para compartir
1. ¿Me he dejado invadir por los interpretaciones equivocadas de las sectas o el mundo respecto al fin del mundo?
2. ¿ Cómo está desarrollada en mí la virtud de la esperanza y cómo la comparto con los demás?
Elaborado por:
P. Cristopher Cortés Pliego
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