VI día de la octava de Navidad
Lecturas del día: 1J 2, 12-17; Sal 96, 7–10; Lc 2, 36–40.
Comentario:
Hermoso el testimonio que la profetisa Ana da del niño Jesús frente al templo. Pero, ¿quién es Él? ¿Acaso un querubín, o un serafín, o un arcángel?
Los Testigos de Jehová aseguran que Jesucristo es el arcángel Miguel y, con ello, terminan negando que Él es verdadero Dios y también, verdadero hombre; porque si es arcángel, no es Dios, y tampoco, hombre. Tal pretensión doctrinal de esa secta no encuentra coherencia alguna en el conjunto de los libros de la Biblia, sino más, una ponzoñosa lanza hecha para herir y desfigurar la fe cristiana.
“El solo hecho de leer hoy, que Dios se hizo niño y se fortalecía, y que la gracia de Dios estaba con él” *(Lc 2, 40)* nos deja claro dos verdades muy importantes y necesarias: Dios se hizo hombre, y se formó desde el vientre de una madre, pasando por su niñez,, hasta llegar a su edad adulta, porque a quien venía a salvar y a redimir era a los hombres, y no a los arcángeles y; en segundo lugar, al decir que la gracia de Dios estaba con él, no está diciendo, en modo alguno, que él no es Dios, sino que durante sus años de crecimiento, en él no hubo contacto con el pecado.
Dios se hizo hombre y no arcángel, porque, ¿qué necesidad tendría Dios de hacerse arcángel para salvar a los hombres, teniendo pleno poder para hacerse hombre y venir el mismo a la humanidad a salvarle?
Dos insignes Padres de la Iglesia afirmaban:
“Conociendo Dios el deseo de los hombres de verle, escogió un medio para hacerse visible el cual, al mismo tiempo que era un beneficio para los habitantes de la tierra, no fuera una degradación para el cielo. Si Dios hubiera tomado en el cielo la forma de un ángel, hubiera permanecido del todo invisible; si, por el contrario, se hubiera encarnado en la tierra en una naturaleza inferior a la del hombre, hubiera sido una injuria a la divinidad y el hombre hubiera quedado rebajado en lugar de ser elevado.” (1)
“Siendo Dios nacido de Dios, se hizo niño por nosotros. En cierto modo, él mismo se separaba y atravesaba de un salto a los ángeles para venir hasta nosotros y hacerse uno de nosotros. «Anonadándose» y descendiendo por debajo de los ángeles (Hch 2,7), se hizo igual a nosotros.” (2)
La mejor respuesta a dar a un Testigo de Jehová que pretenda decir que Cristo fue un arcángel, es que Dios se hizo hombre, y tanto que fue así, que lo hizo como todo ser humano: nacido del vientre de una mujer, creciendo como todo niño, viviendo la juventud, alcanzando la edad adulta. Nada de esto lo hubiese hecho un arcángel, el cual es un ser espiritual, que no participa de la evolución de un ser humano.
Fuente:
(1) San Pedro Crisólogo; Sermón 147, sobre el misterio de la Encarnación
(2) Beato Guerrico de Igny, abad; Sermón 3º para Navidad: SC 166.
Para compartir:
1) ¿Qué incoherencias tiene con la fe cristiana la doctrina de los Testigos de Jehová que enseña que Cristo es el arcángel Miguel?
2) ¿Qué otros fundamentos respaldan que Cristo no es ningún arcángel Miguel?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc