- Liturgia<📖> Apologética
De la Liturgia de la Palabra.
XXIV Sem. T. Ordinario
Fecha: 13 Septiembre de 2018
Comentario: ¿Por qué es nociva a la fe cristiana la creencia de la Reencarnación? (1)
El mandato de Cristo en el evangelio de hoy, «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo… Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrá en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá » (Lc 6, 36-38), rompe de frente el fundamento principal de la doctrina de la reencarnación. Por un lado, la reencarnación propende al ensimismamiento de la persona, y el cristianismo a que la persona salga de sí misma, renuncie a sí misma, y ponga al otro como centro.
En la reencarnación dicen que cada uno tiene un destino, un Karma; que el Karma es tu destino, que cada uno ha nacido con ese destino y que ninguno puede intervenir en el destino de otra persona. Su argumentación propende a utilizar al otro, a absolutizar el subjetivismo, el egocentrismo, a replegarse cada uno en sí mismo para su realización personal; induce a ser fríos con las personas, a la indiferencia ante el dolor y la tragedia del prójimo. Es una trampa espiritual que mira al narcicismo y anula el mandamiento del amor, creando artificios pseudo religiosos para justificar la indiferencia ante las necesidades de los más marginados de la sociedad y la división de los humanos en castas donde unos utilizan la religión para dominar a otros. La ayuda a los demás no se hace tanto por el mandamiento de amor al prójimo y por la salvación del alma, sino más bien, como instrumento de auto realización prescindiendo de la Santísima Trinidad. En la fe cristiana, por el contrario,
En la fe cristiana, por el contrario, Cristo nos enseña y nos manda a tener COMPASIÓN. Cuando se busca el significado de “compasión”, se identifica un doble origen semántico. Por un lado, procede del latín «cum-passio», y haría alusión al sufrimiento compartido con otro. Al tiempo, el verbo latino «passio» procede del término griego «pathos» que hace referencia al sentimiento entendido como drama interior. Por lo que no es simplemente decir “pobrecito” al que padece, sino que la «cum-passio», sería acompañar al otro en su drama interior. Esta diferencia es clave y no entendida por los libres interpretadores de la Palabra. El verdadero seguidor de Cristo completa esta definición al participar en el sufrimiento del otro, en cuanto diferente de ese mismo sufrimiento, ya que la compasión no es sinónimo de identificación anímica con el doliente, sino que implica la movilización activa de todos los recursos, con el fin de transformar en lo posible esa situación de dolor. No es el encerrarse en un sentimiento individual o quimérico pasivo que a nada conduce. Tampoco es el lamentarse por alguien como si en realidad le importara por un momento y después lo abandonas.
Los adventistas y otras sectas prohíben ciertas comidas porque las declaran impuras
Algunos usan como pretexto el pasaje de Pablo a los Corintios 8, 1-13 que se proclama hoy en la Misa. Ellos tergiversan ese texto para inventar que en el Nuevo Testamento también se consideraba impuro el comer carne, y sin embargo Pablo habla es de no comer de las carnes sacrificadas a los ídolos para no ser causa de escándalo para los más débiles en la fe, y es falso que allí esté diciendo que sea prohibido y pecado comer carne. Debemos tomar en cuenta todo lo que nos dicen las Escrituras sobre este tema. En la Nueva Alianza todos los alimentos son declarados puros: Mt 15, 11. 17-20: ”No es lo que entra por la boca lo que nos hace impuros sino lo que sale del corazón; Hch 11, 4-10: “Lo que Dios ha purificado no lo llames impuro”; Rm 14, 19-21: ”Todo es puro, lo malo es comer dando escándalo”; (1Tim 4, 1-7): uno de los signos de la apostasía, los que prohíben comidas. Dice en ese pasaje: ”Todo lo que Dios ha creado es bueno.”
El mundo moderno idolatra la ciencia y el conocimiento
Y tienden a imponerse sobre los humildes que nunca han podido disfrutar de una hora de clases en una escuela. Sucede en muchas familias, donde los hijos que han gozado de la oportunidad de ir a estudiar, de sacar una carrera en la universidad, de obtener un título en la universidad, o en los asuntos de la fe, los que aprenden Biblia, que se sienten y se creen que están por encima de los que no saben leer y escribir, se levantan muchas veces contra sus padres, se revelan y enfrentan a sus enseñanzas, a la fe que ellos les transmitieron. Dicen muchos abuelos: “Mi hijo no me oye, no me escucha. ¡Siempre me contesta muy feo! Vive en adulterio, no se quiere casar por la Iglesia, habla muy mal de la Iglesia y hasta del propio Dios. No se confiesa. ¡Nadie le puede decir nada!”. Y creen que con el conocimiento adquirido son sus padres los que tienen que aprender de ellos, o que con dinero y comprarles el mercado, ya con eso cumplen el mandato de honrar padre y madre, o que con saber usar la Biblia o sabérsela de memoria se van a salvar. El conocimiento, sin el bien en el corazón, sin el amor a Dios, enferma de soberbia, de orgullo, y egolatría.
Hoy San Pablo da una clara advertencia contra este modo de idolatría. La adoración al conocimiento. Enseña que primero y por encima del obtener conocimiento está el hacer el bien, y que el conocimiento contaminado de falsedad y engaño hace perder al débil: ¡un hermano por quien murió Cristo! (cf. 1Cor 8, 11).
Fuente:
(1) HÉCTOR PERNÍA, mfc. Guía Bíblica de Hospitalitos de la Fe, n° 315-316.
Preguntas para compartir:
1) ¿Qué quiere decir hoy ser compasivo como el Padre celestial es misericordioso?
2) ¿Qué destacarías como aprendizaje y crecimiento en la fe sobre el resto de los temas de esta publicación?
Elaborada por:
🔹D. Prof. Dr. Ludwig Schmidt H.
🔹Pbro. Héctor Pernía, mfc.
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