Apologética en la Liturgia de la Palabra
¿EN NOMBRE DE DIOS?
Viernes, XXVII Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas del día: Jl 1, 13–15; 2, 1–2; Sal 9, 2-3. 6. 16. 8-9; Lc 11, 15–26.
Comentario:
En el Evangelio de hoy leemos como los fariseos y los letrados fueron capaces de juzgar a Jesús porque había expulsado un demonio, por arte o en nombre de Belzebú (Satanás). Vino a mi memoria, una experiencia vivida cuando aún era muy joven y me encontraba en «búsqueda».
Por aquella época, unos vecinos muy cercanos a mi casa eran – y siguen siendo – Testigos de Jehová. Me habían invitado a iniciar los «Estudios Bíblicos», como ellos suelen llamarlos. Llevaba pocos meses, y por esa misma época unos amigos me invitaron a participar de un Retiro Espiritual en la Renovación Carismática Católica. Fue con ese retiro que el Señor tomó mi corazón y mi vida definitivamente: ¡Había encontrado lo que buscaba con tanto anhelo!
Pasados algunos días, mis vecinos me llamaron y preguntaron si continuaríamos con los estudios. Les respondí con evasivas y quedé muy inquieta. Me preguntaba si estaba haciendo lo correcto. En oración, le pedí a Dios que me indicara cuál era el camino correcto que debía seguir.
Más adelante, volvieron a insistir y les dije que no seguiría, pues había hecho un retiro espiritual de la Iglesia Católica, que había transformado mi vida.
Estos vecinos, quisieron de alguna manera convencerme de que regresara, y utilizando una frase bíblica como para hacerme dudar, me dijeron: No sigas allí, mira que «el demonio se viste de Ángel de luz» (2Co 11, 14).
En ese mismo momento alcancé a responderles, (ahora sé que fue el Espíritu Santo que me inspiró): Yo no creo que allí esté el demonio, porque en un lugar donde haya la reconciliación y el perdón, eso no puede venir de Él. Eso sólo proviene de Dios y de su Espíritu Santo». Después, no volvieron a insistir.
Muchas veces, nos vamos a tropezar con comentarios similares de nuestros hermanos esperados, para hacernos dudar… Pero te invito a que veas a Jesús y reflexiones… ¿Cómo es posible pensar que donde existe el perdón, la paz, la reconciliación, el amor, puedan venir de otra fuente…, sino de la única fuente verdadera que es Jesucristo y la Iglesia que Él fundó?
Para compartir:
1.- ¿Cuáles evidencias podrías presentar a una persona «contaminada» con tantas ideas de la Nueva Era, de las sectas y del protestantismo, que le permitan descubrir que la Iglesia Católica es el «Camino» correcto a seguir?
2.- ¿Cómo puedes en tu vida personal hacer un claro «discernimiento» de lo que procede de Dios y lo que no proviene de Él?
Elaborado por:
Guiomar Escalona, mfc