Liturgia<📖> Apologética
De la Liturgia de la Palabra.
Fecha: 24 de enero de 2019
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Comentario: Hay quienes van a la Eucaristía y viven frecuentando lugares de brujería llevando animales y hasta personas para sacrificarlas a los ídolos a los que rinden culto. Y sucede, que entramos a un templo católico, y no sabemos el para qué está allí en el centro un altar. Muchos que practican la brujería manipulan la Biblia diciendo que los sacrificios que hacen son un mandato bíblico que está en el Antiguo Testamento, y así engañan a sus víctimas (clientes), haciéndoles creer que están haciendo algo aceptado por Dios.
¿Causa de ese error? Desconocen a Cristo.
No se han de sacrificar animales ni personas para ninguna reunión de culto a Dios, ya que todos esos sacrificios fueron abolidos y suprimidos por Jesucristo para siempre con su muerte en la cruz, sacrificio que está íntimamente unido, en un mismo misterio y realidad, a su sacrificio en la Última Cena. Aquellos sacrificios antiguos fueron aborrecidos por Dios y, por lo tanto, aborrece también los que hoy continúan realizando, y ahora más que antes, ya que pisan, profanan y pasan por encima del sacrificio de su Hijo amado. ”No quisiste sacrificios ni ofrendas —lo dijiste y penetró en mis oídos— no pediste holocaustos ni víctimas. Entonces dije: “Aquí estoy, de mi está escrito en el rollo del Libro. He elegido, mi Dios, hacer tu voluntad, y tu Ley está en el fondo de mi ser”. (Sal 39, 7-9) ¡Allí está nuestra Salvación! _”Él es capaz de salvar de una vez a los que por su medio se acercan a Dios” (Hb 7, 25)
Mucho le ha de doler a nuestro Señor cuando actuamos con indiferencia y violencia ante la Santa Eucaristía comulgando indignamente, o en los sacrilegios que practican en la brujería con la hostia consagrada.El sacrificio de Cristo: el único perfecto y necesario
El sacrificio mandado por Dios en la antigüedad debía ser de un animal sin defecto, nacido en el año (cf. Ex 12, 1; Lev 22, 19), pero aquel animal no era el culpable de las faltas de quienes lo sacrificaban. Tampoco Cristo era el culpable, y quiere que el pecador no muera. Por eso, Él mismo se presenta como ofrenda, como Cordero y Víctima sin mancha; para pagar él, el Justo, por todos los injustos: ”Así había de ser nuestro Sumo Sacerdote: Santo, sin ningún defecto ni pecado, apartado del mundo de los pecadores y elevado por encima de los cielos.” (Hb 7, 26)
El poder de la Eucaristía es superior al de los antiguos sacrificios
”A diferencia de los sumos sacerdotes, él no tiene necesidad de ofrecer diariamente sacrificios, primero por sus pecados, y luego por los del pueblo. Y para el pueblo no lo hizo sino una sola vez ofreciéndose a sí mismo. Así, pues, los sumos sacerdotes que establece la Ley demuestran sus limitaciones, mientras que ahora, después de la Ley, Dios habla y pronuncia un juramento para establecer al Hijo eternamente perfecto.” (Hb 7, 27-28; cf. 8, 1-6)
Preguntas para compartir:
1. ¿Qué buscas cuando vas a la Eucaristía? ¿El sacrificio de Cristo que te salva, un acto social o un show que te divierta?
2. ¿Qué sentimientos, actitudes y disposición debemos llevar ante la Santa Eucaristía?
Elaborado por:
P. Héctor Pernía, mfc