*Apologética en la Liturgia de la Palabra*
IV Domingo del Tiempo Ordinario. Solemnidad.
*Lecturas del día:* So 2, 3; 3, 12-13; Sal 145, 7-10; 1Co 1, 26-31; Mt 5, 1-12ª.
*Comentario:*
La luz profética de Sofonías alcanza a nuestra época. Bien afirmó el papa San Juan Pablo II en su carta Apostólica “El Rosario de la Virgen María”: ”La Biblia no concierne solamente a los testigos directos de los acontecimientos, sino que alcanza con su gracia a todos los hombres”.(1)
Sofonías profetizó que un resto de Israel se mantendría fiel a Yahvé sin entregarse a las costumbres paganas e idolátricas de los pueblos paganos; y, esa misma promesa, parece cumplirse en esta generación en la globalizada apostasía de cristianos siendo infieles a su bautismo y entregándose a la mundanidad, al paganismo contemporáneo, y a cuanta ideología o secta nueva se le cruce en el camino. Nunca, en todos los siglos del cristianismo, se había presentado una deserción tan escandalosa de católicos y una multiplicación tan grave de sectas llevándose retazos y columnas de la Iglesia fundada por Cristo para levantar miles de organizaciones barnizadas públicamente de iglesias cristianas o evangélicas.
Confirmando las célebres palabras de San Juan Pablo II acerca de los textos bíblicos, el papa Benedicto XVI lanzó su mirada al futuro próximo de la Iglesia de Jesucristo, cuando afirmó:
“La Iglesia se hará pequeña, tendrá que empezar todo desde el principio. Ya no podrá llenar muchos de los edificios construidos en una coyuntura más favorable. Perderá adeptos, y con ellos, muchos de sus privilegios en la sociedad. Se presentará, de un modo mucho más intenso que hasta ahora, como la comunidad de la libre voluntad, a la que sólo se puede acceder a través de una decisión”. (2)
Esa porción fiel dentro de la Iglesia la reconocemos en quienes no distraen su relación con Cristo y su pertenencia a la Iglesia ante las corrientes hegemónicas del Lobby Gay, la Ideología de Género, el espiritismo, la hechicería y el proselitismo protestante. Hoy la encontramos en muchísimos católicos que renuncian al aburguesamiento y la indiferencia, y se entregan al servicio a los demás y al estudio apologético de la fe católica para iluminar con la luz de la Verdad, el caos de sentido y horizonte que, como pandemia, contagia a pueblos históricamente cristianos.
De ellos, dice san Pablo en *1Co 1, 27-29:*
”Ha escogido Dios más bien a los locos del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios a los débiles del mundo, para confundir a los fuertes. Lo plebeyo y despreciable del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para reducir a la nada lo que es. Para que ningún mortal se gloríe en la presencia de Dios”.
Esos locos son los que, con su testimonio y palabra, en este siglo XXI, levantan la bandera de la castidad y la defensa de la Familia, la Sana Doctrina, la comunión con el Papa y los pastores de la Iglesia, el No al Aborto y a las uniones igualitarias, el No a la despenalización de la pedofilia y la no la imposición de ideologías absolutistas.
*Fuente:*
*(1)* San Juan Pablo II, 2002; Carta Apostólica ‘El Rosario de la Virgen María’; Organización Gráfica Capriles; p. 29.
*(2)* AYUSO, Miguel; “La profecía olvidada de Benedicto XVI sobre la Iglesia del futuro”; Edición: 19/02/2013; Actualizado: 18/09/2014; elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-02-19/la-profecia-olvidada-de-benedicto-xvi-sobre-la-iglesia-del-futuro_202337/
*Para compartir:*
1.- ¿Qué signos de ese resto católico fiel encuentras presente en tu comunidad y tu familia?
2.- Y tú, ¿dónde te ubicas? ¿En los que corren tras la moda de la apostasía o en el pequeño resto que permanece fiel a Cristo?
*Elaborado por:*
P. Héctor Pernía, mfc