Hospitalitos de la Fe

El Papa No Está Sólo

Yo oraré por ti, Pedro (cf. Lc 22, 32).
El Papa jamás está solo. Él goza de la promesa que Jesucristo le hizo: «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos» (Lc 22, 31-32).
A él fue a quien Jesucristo le confió el encargo de sostener en la Fe a quienes son sacudidos dentro de la Iglesia (cf. Jn 21, 15-17). Pedro, el primero de los Papas, murió en Roma en el año 67 d.C.; pero detrás de él, de manera ininterrumpida, han llegado hasta nosotros sus sucesores legítimos para acompañarnos, confirmando en la fe a las ovejas de Cristo de cada generación.
No está solo, además, porque todos los bautizados que permanecen más fieles a los preceptos de la fe, acuden a la Eucaristía todos los domingos – y muchos lo hacen todos los días – en las Preces y en Plegaria Eucarística, renuevan su comunión y obediencia al Vicario de Cristo en la tierra, y lo encomiendan en sus súplicas, al Todopoderoso.
Para compartir:
1.- ¿Por qué la barca de la Iglesia Católica no se hunde, si por flaquezas humanas,  el Papa o los obispos cometen errores?
2.- ¿Haces oración por el Papa y por los Ministros de la Iglesia? Razona  y reflexiona tu respuesta
Elaborada por:
P. Héctor Pernía, mfc
Fuente:
El contenido fue tomado de la «Guía Bíblica Hospitalitos de la Fe” (VI Edic.) elaborada por el mismo autor de esta publicación.