¿El ministerio del sacerdote es igual al del pastor protestante?

Comentario: Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy», o, como dice otro pasaje de la Escritura: «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec»” (Heb 5,5-6)

La liturgia de hoy nos refiere al sacramento del Orden Sacerdotal. El cual es recibido por aquellos hombres bautizados que se sienten llamados por Dios para dedicarse a la salvación de sus semejantes. A través de la imposición de las manos del Obispo, y sus palabras, reciben el poder para perdonar los pecados y convertir el pan y el vino en el Cuerpo y en la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Este ministerio es negado por nuestros hermanos protestantes: ellos no distinguen el sacerdocio ministerial y el sacerdocio común de los fieles. Por eso para ellos cualquier fiel puede ser un ´pastor`, y para ejercer su ministerio sólo requieren de un simple nombramiento de la comunidad. Por eso es que cada día proliferan por doquier muchos iluminados que dicen ser guiados por el Espíritu Santo. Pero veamos que nos dice la Biblia al respecto:

a) Son especialmente elegidos: “designó a doce para que le acompañaran y para enviarlos a predicar” (Mc 3, 15; Jn 15, 16; Lc 22,19).
b) Les dio una misión y poderes particulares: Perdonar los pecados (Jn 20,23; Mt 16,19; 18,18). Administrar los demás sacramentos (Mt 28, 19-20; Jn 20, 21); Renovar o actualizar incruentamente el sacrificio de la Cruz (Lc 22, 19; 1Cor 11, 23-25).
San Pablo relaciona la semejanza entre los sacerdotes antiguos y los ministros del evangelio (1 Cor 9,13-14) y define en términos cultuales y sacrificiales su propia vocación: “anunciar el evangelio de Dios, para que la ofrenda sacrificial de los paganos sea agradable a Dios, consagrada por el Espíritu Santo» (Rom 15,16). La facultad de éstos no es de origen humano, sino divino (2Cor 3,5s). Ejercen «el ministerio de la reconciliación» (2Cor 5,19), no con autoridad propia, sino como «embajadores de Cristo» (2Cor 5,20), por eso San Pablo hace notar que ha perdona los pecados no en su nombre, sino in persona Christi (2Co 2,10). No se trata de una simple representación ni de una actuación “en lugar de” Jesús, pues el mismo Cristo es quien actúa con sus ministros y mediante ellos.
Los sacerdotes son «ministros de Cristo y administradores de los misterios de Dios» (l Cor 4,1). En nombre de Cristo «sumo sacerdote digno de fe» (Heb 3,1-6), transmiten con autoridad «la palabra de Dios» (Heb 13,7). La transmisión de este ministerio es desde la época apostólica. (Hch 6,6; 13,3; 1 Tim 4,14). Por lo tanto existen diferencias entre un sacerdote católico y un pastor protestante:

a- El Sacerdote Católico es elegido por Dios y entresacado de entre los hombres (Heb 5:1-4). mientras que el Pastor Protestante es elegido por la comunidad. Tiene inclinación a las cosas de Dios, pero no es una persona consagrada.

b- El Sacerdote Católico es otro Cristo. Dotado por Dios a través del sacramento del Orden con poderes particulares mientras que el Pastor Protestante no tiene ningún poder sobrenatural, porque no recibe el sacramento del Orden. Se orienta principalmente a la predicación y a los servicios de caridad.

c- El Sacerdote Católico es Célibe. Entregado totalmente a Dios en cuerpo y alma a semejanza de Cristo: “el casado se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer, y está dividido.” (1Cor 7: 32-34), mientras que el Pastor Protestante puede casarse. Su corazón y su tiempo están divididos entre Dios y su familia.

d- El Sacerdote Católico vive en castidad perfecta, obediencia y pobreza a imitación de Cristo, mientras que el Pastor Protestante vive sus virtudes cristianas como cualquier otro cristiano.

Fuente: Catholic.net

Preguntas para compartir:

1.- ¿Cómo valoras el sacramento del Orden Sacerdotal?

2.- Menciona 3 diferencias entre el ministerio del Orden Sacerdotal y el sacerdocio común de los fieles.

Elaborada por:
Adelina Ruíz mfc.