En esta entrega, ahondaré en que sólo Dios puede juzgar y por qué puede hacerlo.
Todo comienza en el Génesis, del único árbol que no podían comer Adán y Eva, era el del conocimiento del bien y el mal. La razón es porque sólo Dios puede juzgar con verdad qué es el bien y qué es el mal, ya que Él es la sabiduría misma y conoce perfectamente hasta lo más profundo del hombre y las razones últimas de las circunstancias.
¿Qué es realmente la sabiduría humana?
▪️ “Sólo conocemos de modo imperfecto” (1Co 13, 8).
▪️ “La sabiduría de este mundo es locura delante de Dios. El Señor conoce que los razonamientos de los sabios son inútiles” (1Co 3, 19. 20).
▪️ “El Señor sabe que los pensamientos del hombre son insustanciales” (Sal 94, 11).
Cuando un hermano de la Iglesia juzga a otro, sepa que lo está juzgando con ciencia imperfecta e insustancial; por lo tanto, necesariamente siempre juzgará con error. Cuando Dios juzga es justicia, cuando el humano juzga es injusticia.
Indaguemos más en la Sagrada Escritura:
En el capítulo 13 del libro del profeta Daniel, encontramos el intento de condenación a una mujer llamada Susana; dos ancianos y jueces de Israel, la acusaban falsamente de adulterio y convencieron al pueblo de condenarla a muerte. Sin embargo, a través de un joven llamado Daniel, Dios salvó a aquella mujer de ser víctima de una muerte injusta.
También, en el Evangelio de San Juan en el capítulo ocho, encontramos que un grupo de hombres que presentaron ante Jesús, a una mujer sorprendida en flagrante adulterio; El Señor Jesús la salva con aquella poderosa sentencia que dejó al descubierto a todos: “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Luego a esa mujer salvada por Él, le dijo: “Yo tampoco te condeno. Vete y no vuelvas a pecar”.
En los dos casos se presentan a los hombres juzgando a dos mujeres. El primero con un juicio falso, basado en un testimonio inventado; el segundo, un juicio verdadero, basado en un testimonio auténtico; ambas mujeres fueron salvadas con gestos divinos admirables. La conclusión es clara: los hijos de Dios no podemos juzgar y condenar al hermano, nunca, ni cuando inocentes, ni cuando culpables.
¿Por qué Dios es el único que puede juzgar?
Por dos razones: La primera porque solo Él tiene la ciencia perfecta para determinar que es el bien y que es el mal. La segunda, porque la voluntad de Dios es que todos los hombres lleguen al conocimiento de la verdad y se salven, ante de su juicio Él envía por delante su misericordia.
Conclusión: los hijos de Dios no juzgamos porque nuestra ciencia es imperfecta y porque tenemos que ser misericordiosos como nuestro Padre lo es.
Sea alabado Jesucristo.
Para compartir:
1.- Explica las razones por las cuales solo a Dios se le reserva el juicio sobre los hermanos.
2.- ¿Cuáles son las razones por las cuales los humanos no podemos hacer juicio, ni de personas, ni de circunstancias?
Autor:
Pbro. Domingo Pernía, mfc