El fruto de las Sectas: desolación de ovejas sin pastor

Martes, XIV Semana del T. Ordinario

Lecturas del día: Os 8, 4–13; Sal 113B, 3-4. 5-6. 7ab-8. 9–10; Mt 9, 32–38

Comentario:

La compasión de Cristo por la muchedumbre que andaban como ovejas sin pastor tiene hoy muchísima actualidad. Apunta al desconcierto y la frustración que invade a tantísimos cristianos que luego de dejarse seducir y arrastrar por las Sectas, se les ve entregados en el cementerio del ateísmo y reacios en el fango de la incredulidad.

Veamos esta muestra:

Lo que vas a leer lo contaba un ex Testigo de Jehová que por muchos años fue anciano de esa organización y ahora se declara ateo. En su testimonio presenta evidencias de la escandalosa manera como en la Organización se manipula y amenaza para que ninguno hable o denuncie los miles de abusos sexuales que han cometido sus dirigentes, sobre todo en los «Comités judiciales.» Estos Comités son una especie de salas de interrogatorio en la que varios ancianos (dirigentes) presionan a un miembro que ha cometido una determinada falta a que revelen información detallada e íntima de las faltas cometidas.

También denuncia las inicuas maneras como el Cuerpo Gobernante, la organización Watchtower, somete a todos los miembros a duras obligaciones de trabajo proselitista, contribuciones económicas y separación total de la familia. Los emocionan y convencen de que todo lo dan a Jehová; cuando lo que sucede, en los hechos es que, día a día, se desgastan para enriquecer escandalosamente al Cuerpo Gobernante.

Cuando terminan de pagar el crédito y los intereses que recibieron para edificar el salón de la congregación, y de construir el inmueble, los obligan a registrar toda la propiedad a nombre de la organización Watchtower. Utilizan a los Testigos de Jehová para amasar fortuna. Creo que los tratan más bien como esclavos tontos de un tal Jehová, que no es otra cosa que el Cuerpo Gobernante.

El día a día de estos hermanos dentro de sus congregaciones es el miedo: miedo a preguntar, a dudar, a cuestionar, a pasarse un centímetro de las tantísimas normas que tienen, como hablar con personas que no sean de la organización, asistir a un cumpleaños, donar sangre, entre otras. Las expulsiones en los Testigos de Jehová son tan frecuentes como los ingresos de nuevos miembros. El día menos pensado, la Watchtower vende esas propiedades sin consultarle a ninguno de los miembros de la congregación que las edificaron, y de nuevo, ya sabes quién se queda con todo el dinero. Es todo un secreto el destino final de las astronómicas sumas de dinero que todos los días ingresan al Cuerpo Gobernante. Lo que sí se sabe es que su sistema financiero se resume en este avaricioso programa: “cero gastos, ciento por ciento ingresos.” Ningún Testigo de Jehová puede preguntar ni pedir información de las finanzas en la Organización. Todo lo deshacen y cortan rápido con respuestas evasivas como: “¡no preguntes, eso sería dudar de Jehová!”, “¡No cuestiones a Jehová!”, “¡Déjalo todo en manos de Jehová!”.

Para más detalles de este testimonio, ver: https://youtu.be/vtDYjFBhwOE

Comento esto de los Testigos de Jehová para invitarte a reflexionar.

Situaciones muy semejantes ocurren a diario entre las sectas protestantes, pero todo queda en absoluto silencio: deserciones, expulsiones y fracturas a granel. ¿Y el resultado? Una muchedumbre cada vez más incontable de ovejas, provenientes de familias cristianas, que ahora no quieren saber nada de Cristo; nada de Dios. Es por ello, que hoy, en el Evangelio, Jesús nos mueve a suplicarle que envíe operarios a la mies porque es mucha y los obreros pocos.

Para compartir:

1.- ¿En tu entorno está presente la muchedumbre de ovejas sin pastor?

2.- ¿A qué te está llamando Dios ante esa situación?

Elaborado por:

Pbro. Héctor Pernía, mfc

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