Andy Rodríguez, mfc; Sandra Rodriguez, mfc
¿Es el Feng Shui una práctica que ayuda al cristiano?
(407) Este arte chino, derivado del Taoísmo, difundido hoy por decoradores, arquitectos, diseñadores de interior, gurús, chamanes, médiums, etc., atribuye una idea de conseguir armonía personal (económica, espiritual, afectiva, etc.) y de las construcciones a través de decorar, acomodar y rediseñar el espacio en el que vivimos (casa o negocio) de determinada manera, guiados por el campo magnético que mueve una brújula y por los elementos de la tierra y los flujos de energía de objetos. Llegando en algunos casos a aconsejar que se quiten los crucifijos de las casas porque según bloquea el flujo de energía positiva[1].
¿De qué depende la armonía y la paz en el lugar donde vivo?
(408) Pero, ¿qué es lo que edifica y consagra una casa o un hogar? ¿Son los flujos de energía, los amuletos, orientación magnética, la decoración, objetos ying u objetos yang?
La palabra de Dios nos dice: “La sabiduría edifica una casa, pero la necedad la destruye con sus propias manos” (Prov 14,1); “con sabiduría se edifica una casa, y con prudencia se afianza” (Prov 24,3); “en casa del justo hay mucha riqueza, en las ganancias del malo hay turbación” (Prov 15,6).
Jesucristo nos ilumina claramente, cuál debe ser nuestra preocupación principal: “Todo el que venga a mí y oiga mis palabras y las ponga en práctica; es semejante a un hombre que, al edificar una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre roca. Al sobrevenir una inundación, rompió el torrente contra aquella casa, pero no pudo destruirla por estar bien edificada. Pero el que haya oído y no haya puesto en práctica, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin cimientos, contra la que rompió el torrente y al instante se desplomó y fue grande la ruina de aquella casa» (Lc 6,47-49). Así, la sabiduría que edifica una casa es la que emana de Cristo; no de los objetos, muebles y decoración dentro de ella; aunque es claro que la limpieza y el orden traen tranquilidad.
Recordemos la exhortación que nos hace Hb 13,8-9: “Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo, y lo será siempre. No os dejéis seducir por doctrinas varias y extrañas. Mejor es fortalecer el corazón con la gracia que con alimentos que nada aprovecharon a los que siguieron ese camino”. “Mirad que nadie os esclavice mediante la vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los elementos del mundo y no según Cristo” (Col 2,8).
[1] ROGER GREEN; “Feng Shui para el Hemisferio Sur y el Hemisferio Norte” (pág. 2, 3, 4, 5), 2001. Ver también: “Feng Shui”; en <https://es.wikipedia.org/wiki/Feng_shui> (Ingreso: 25-07-2015).
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