El dinero: ¿verdadera fortuna?

Vienes, I Semana de Cuaresma.

*Lecturas del día:* Ez 18, 21–28; Sal 129, 1–2.3-4.5-7ª.7bc-8; Mt 5, 20–26.

*Comentario:*

El dinero y el bienestar terrenal ha sido causa de desviación de muchas almas, y ha hecho comprometer la credibilidad del evangelio, por culpa de muchos falsos pastores mercaderes de la fe, que han convertido la Sagrada Escritura en una máquina para producir dinero, con señuelos para extraerle a los demás sus pertenencias: el pago obligatorio de diezmos, ofrendas, pactos, entrega de bienes…

La Palabra de Dios hoy nos anuncia que la riqueza va por otro camino, muy diferente a la que estas personas enseñan.

*¿Cómo se ha de negociar para acumular más bienes imperecederos y seguros?*

En la universidad de la calle y el mundo, la ruleta de la riqueza gira la esfera de la acumulación hacia el centro de las personas, acaparando bienestar y fortuna material para sí mismos; y, en la universidad de Cristo y el cielo, la ruleta de la riqueza va girando la esfera de la acumulación hacia afuera, desprendiendo de nosotros el bienestar y la fortuna material, para aliviar la miseria de los más desamparados. Ésta segunda es mucho más fecunda en bendiciones. Decía san León Magno:

_“Los que reparten lo que les sobra para sustento de los pobres se ganan con ello una riqueza imperecedera; lo que dieron en limosnas no es en modo alguno un derroche; éstos pueden en justicia tener su corazón donde está su tesoro, ya que han tenido el acierto de negociar con sus riquezas sin temor a perderlas.”_(1)

Dice en la Palabra de Dios, que la única deuda que tengamos en la tierra, con los demás sea la gratitud y el amor mutuo *(Cf Rm 13, 8), * si por la riqueza menor, la de los bienes de este mundo que son perecederos y corruptibles, lo que vamos acumulando son quejas, explotación, robo, estafa, engaño y condenación; ¿qué sentido tiene, si para siempre perdemos la riqueza mayor, de poseer para siempre la gloria y la gracia de la eternidad de Dios?

Por eso, para que ninguno pierda esa riqueza gloriosa, a tiempo, se nos ordena dejar en orden todos nuestros compromisos y cuentas pendientes:

_“Si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda”_ *(Mt 5, 23-24)*

*Fuente:*

S. LEÓN MAGNO, Serm. 92, 1.2.3: PL 54, 454-455.

*Para compartir:*

1) _Medita *2Pe 2, 1-3. 12* y responde: ¿viene de Dios quien dirige sitios de culto para traficar con la fe?_

2) _¿Qué debo hacer para estar sin deudas ni quejas de otros, y preparado por si hoy mismo tuviese que dar cuentas a Dios de mi vida?_

*Elaborado por:*

Pbro. Héctor Pernía, mfc

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