Apologética en la Liturgia de la Palabra
¿EL DIEZMO ES OBLIGATORIO? (Parte I)
Martes, XI Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas del día: 2Co 8, 1–9; Sal 145, 2. 5–9; Mt 5, 43–48
Comentario:
Con la primera lectura de hoy (2Co 8, 1-9) tenemos una providente oportunidad de conocer cómo se sostenía la Iglesia Primitiva, y darse cuenta que a la gente ya no se le solicitaban el diezmo, ni un porcentaje determinado de ofrenda, tampoco se les manipulaba o condicionaba mediante pactos de retribución según lo que cada quien daba.
«…Somos testigos que han hecho de lo que podían; espontáneamente nos pedían con mucha insistencia el favor de participar en la ayuda a los hermanos…» (2Co 8, 3).
Vemos cómo fue la ofrenda que dieron los cristianos de Corinto, nunca exigieron entregar por escrito cuanto daba cada uno, ni lo mandaron como obligatorio. Fueron los mismos cristianos de Corinto los que le pidieron a Pablo que recibiera como un favor la aportación que ellos le estaban haciendo.
En una secta de una ciudad de Venezuela a los seguidores les dan un sobre impreso donde deben dejar por escrito, en su parte externa, la cantidad de dinero que van a entregar por los siguientes conceptos: Diezmo, Ofrenda especial, Primicia, Ofrenda Misionera. Todo eso lo tiene que dar cada miembro de la organización, rubricando su nombre, su apellido y su número de Identificación Personal.
De haber estado vigente la ley del diezmo, aquella y todas las comunidades cristianas hubiesen dando según esa prescripción. Este testimonio de gratuidad espontánea nos indica que los cristianos se regían por dictámenes nuevos y diferentes a los de la antigua Alianza.
Para compartir:
1.- ¿Conoces casos de pastores que exigen con obligatoriedad el pago de diezmos y otras contribuciones? ¿Cómo lo hacen?
2.- ¿Tienes la misma generosidad y conciencia de la necesidad de contribuir en las necesidades de la Iglesia, como lo tenía la comunidad de Corinto?
Elaborado por:
P. Héctor Pernía, mfc