Es igual a decir: ¿dónde sale en la Biblia Iglesia Universal?
(72) Ambos adjetivos: católica y universal, significan lo mismo; son sinónimos. La universalidad-catolicidad de la Iglesia de Dios está presente de modo abundante en las Sagradas Escrituras:
Dios es universal y totalidad; y la Iglesia, que es su Morada (cf. Ap 21,2-3), es y ha de ser también universal y totalidad, que es lo mismo que decir: ´católica’.
Dios hizo al ser humano a su imagen y semejanza (cf. Gn 1,26-27) ¿Cómo ha de ser el ser humano, si está llamado a ser perfecto cómo su Creador? (cf. Mt 5,48). Su corazón también ha de ser universal y católico como su Hacedor, para todos por igual, sin exclusivismos. También, por destino, debe ser católico; porque Dios es su destino y él es universal.
Le dijo a Abraham: “En ti serán bendecidas todas las razas de la tierra” (Gn 12,3). “Serás padre de una multitud de naciones. De ti saldrán naciones y reyes, de generación en generación” (Gn 17,1-6). La Iglesia fundada por Cristo, es la herencia directa de esa promesa y de esa alianza hecha a Abraham. Los que a esta Iglesia se incorporan y pertenecen son los bendecidos que participan de la herencia de ser hijos de Dios; y es, a ésta Iglesia, a la que Cristo le confió y le dio el mandato de llevar a todas las naciones su obra salvadora de hacer discípulos suyos a todos los pueblos bautizándoles en nombre del Dios trino (cf. Mt 28,18-20): “Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación” (cf. Mc 16,15).
Más sobre la catolicidad de la Iglesia de Cristo:
73) A sus apóstoles “los envío a proclamar a todas las naciones, en su nombre, el arrepentimiento y el perdón de los pecados” (Lc 24,47). Y les anunció: “recibirán la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los extremos de la tierra” (Hch 1,6-14).
Envió a Pablo y le dijo: “Anda; ahora te voy a enviar lejos, a las naciones paganas” (Hch 22,21). La Encarnación de nuestro Señor Jesucristo, su muerte en la cruz, la redención que nos dio, su Resurrección, y la misma Iglesia que fundó, son tal como Él es: universal, totalidad; es católico: para todos los tiempos, pueblos, culturas y naciones.
Decir ‘no estoy de acuerdo’ no es suficiente. Se requiere disponer de documentación bíblica e histórica auténtica para demostrar que universal y católico no son sinónimos y lo mismo.
Refiriéndose al pueblo de Dios, el Papa Emérito Benedicto XVI dice: “Es un pueblo “católico”, universalmente abierto a acoger a todos, que habla lenguas nuevas, más allá de toda frontera, haciendo caer todas las barreras. Dice San Pablo: “Donde no hay griego y judío; circuncisión e incircuncisión; bárbaro, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todo en todos”[1] (Col 3,11)
Puedes ampliar más en, Catequesis de San Cirilo de Jerusalén (313 – 387 d. C.), sobre Iglesia Una, Santa y Católica en esta dirección:
<http://www.mercaba.org/TESORO/CIRILO_J/Cirilo_20.htm>.
[1] BENEDICTO XVI, “Transformados por la fe”, Catequesis de Benedicto XVI en el Año de la Fe (2012-2013), compiladas por PATRICIO OLMOS, en «Ediciones Logos», Rosario, Argentina, 2013, p. 24.