*Lecturas del día:* Hch 13, 13–25; Sal 89, 2–3, 21–22, 25, 27; Jn 13, 16–20
*Comentario:*
Jesucristo hoy nos hace tres fuertes sentencias en el Santo Evangelio, para que nos examinemos y veamos si estamos con Él o si somos nuevos Judas traidores que primero comemos su Cuerpo y luego le damos la espalda:
*_“El que compartía mi pan se ha levantado contra mí.”_ (Jn 13, 18)*
No podemos negar que de algún modo Jesús nos lo dice a todos y a cada uno de sus discípulos que ya le recibimos y comimos, pero luego vivimos como Judas Iscariote. Luego de esa afirmación hizo esta otra:
*_“Se lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy.”_ (Jn 13, 18)*
Jesús quiso dejar claro entre sus discípulos que Él es Dios en persona y prevenirnos ante sectas, como los Testigos de Jehová que negarían su divinidad. Nos hace testigos de su Divinidad de dos modos: mostrándonos su omnisciencia al profetizar que uno de los suyos le iba a traicionar y vender, y tomando como suyo el Nombre que sólo es de Dios, el “Yo Soy.” San Juan Pablo II, comentando este pasaje, dijo: _“Con dicha expresión Jesús indica que es el verdadero Dios. Y aún antes de su pasión Él ruega al Padre así: “Todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío” *(Jn 17, 10),* que es otra manera de afirmar: “Yo y el Padre somos una sola cosa” *(Jn 10, 30).”*_ [1]
*_«En verdad, en verdad os digo: quien acoja al que yo envíe me acoge a mí, y quien me acoja a mí, acoge a Aquel que me ha enviado.”_ (Jn 13, 20).*
Con esta tercera afirmación Jesús examina nuestra fidelidad pidiendo que nos inclinemos para servir en obediencia de servicio y amor a quienes Él eligió y envió para pastorear y dirigir nuestra adhesión a Él y conducirnos al puesto de la Salvación; es decir, nuestra comunión con Pedro, los demás Apóstoles y sus Sucesores legítimos a través de los siglos: el Papa y los Obispos en comunión con Él.
Si no hubiese lugar alguno en la Biblia donde esté Jesucristo eligiendo y destinando a alguien de los Suyos como Administrador y Vicario para pastorear y gobernar su Rebaño a través de los tiempos, podríamos tener pretexto y justificación de rechazar cualquiera que se presentara como Superior y Jefe de toda la Iglesia de Cristo, incluso, aunque ésta tuviera siglos existiendo. Eso nos libraría del peligro de actuar como el Judas traidor.
Pero, ¿qué sucede con los que, habiendo comido del Cuerpo de Cristo en la Santa Eucaristía, se separaron del rebaño y ahora desatan todo su furor para destruir al Papa y a todo el rebaño que está bajo su cuidado? Y ¿qué sucede con los mismos discípulos que, le comulgamos indignamente con frecuencia en la santa Comunión, o luego que le comemos, cometemos la traición del pecado?
En resumen, el Santo Evangelio de hoy es parecido a un espejo llamado Judas Iscariote, donde todos nos debemos mirar y no caer en el error de señalar con un dedo a otros, ignorando que tal vez los otros cuatro dedos nos apuntan a nosotros.
*Fuente:*
1] San JUAN PABLO II, Audiencia General (26-08-1987). https://www.deiverbum.org/jn-13_16-20/
*Para compartir:*
1) _¿Si solo entre doce discípulos hubo un Judas que traicionó a Cristo, proporcionalmente, qué cantidad habría hoy? ¿Pocos o muchos?_
2) _¿Qué cuidado debemos tener si pretendiéramos indicar con el dedo dónde están hoy los que actúan como Judas Iscariote?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc
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