Hospitalitos de la Fe

¿Dios se olvidó de ti?

  • Liturgia<📖> Apologética
    De la Liturgia de la Palabra.
    Viernes después de ceniza
    Fecha: 08 de marzo de 2019

    Comentario: La entrada a la Cuaresma nos pone de frente a reflexionar ante situaciones humanas difíciles en las que la fe es interpelada, entra en cuestionamiento, y no pocos, dudan de seguir en la Iglesia Católica, o por rota y terminada su confianza y creencia en Dios. Se preguntan…:

    ¿Dónde está Dios? ¿Por qué permite que me pasen estas cosas?

    Muchos son los que han pasado de la Iglesia Católica a una secta, se declaran ateos, o que han preferido creer y practicar la brujería, a partir de no haber hallado solución a sus necesidades. La impaciencia nos puede llevar a la rebelión, a la desesperación, y a darle la espalda a Dios en momentos críticos de la vida. Es cuando andamos rabiosos, iracundos, enojados con Él, porque no nos ha concedido lo que le hemos pedido; y, mientras le gritamos ¿dónde estás? Dios nos podría responder: «Yo, ¡Aquí! ¿Y tú?» La ceguera espiritual nos hace creer justos mientras no vemos que llevamos los pies hundidos en el lodo del pecado, y que nuestra desobediencia a Dios es lo que hace que las cosas anden mal.

    Es el misterio de la vida espiritual que leemos en la primera lectura de Liturgia de hoy (Is 58,1-9a:) Éste pasaje nos enseña que el pueblo de Israel pasó muchas veces por esas pruebas. A menudo irrumpía en lamentos, reclamos, quejas y murmuraciones contra Dios. Vaya tragedia espiritual la que le espera a los miembros de aquellas sectas que envueltos por la fascinación de las promesas del evangelio de la prosperidad, se entregan a un falso dios que mientras les quiebra económicamente, les despierta la codicia al dinero, el bienestar y la abundancia.

    ¿Qué dirán de Dios cuando todo aquello resulte una fantasía o no se cumpla lo prometido? Saldrán de la cuna de aquellas sectas a gatear y caminar después en las calles del ateísmo.

    Al meditar toda la Liturgia de la Palabra de hoy, nos daremos cuenta que debemos recapacitar y ver que, si hacemos lo que realmente Él nos manda, Él nos responderá y dirá ¡AQUÍ ESTOY!

    Conversión, nos pide el Señor.

    Dejarnos de engaño. Creer que por dejar la Iglesia Católica y pasar la puerta de entrada de una denominación ya está para siempre libre de pecado y con el cielo ya comprado, mientras a la vez difama, habla mal de su prójimo, miente, roba, maltrata a las personas, o hasta consume o vende drogas o licor. O creer que porque no faltamos a Misa o damos dinero u ofrendas a la Iglesia, ya tenemos el ticket del Paraíso en las manos asegurado.

    Preguntas para compartir:

    1. ¿Por qué en medio de las pruebas y tribulaciones se hace tan difícil ver los propios pecados y las equivocaciones en las que caemos?

    2. ¿Por qué es tan frecuente que los católicos se cambien a las sectas o se entreguen a la brujería en momentos difíciles de la vida?

    Elaborado por:
    P. Héctor Pernía , mfc

Los comentarios están cerrados.