*Lecturas del dia*:Dt 34, 1-12; Sal 65; Mt 18, 15-20
*Comentario:*
La Palabra de Dios vivo que recibimos en la Misa de este día nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre un punto que suele tener muchos equívocos cuando se repite sin mayor comprensión la frase de arriba «Dios está en todas partes», pero ¿Qué es lo que ha dicho Dios al respecto?
Una de las cosas que Dios reveló al Pueblo de Israel es que, además de ser el Único Dios Vivo y Verdadero, su presencia no estaba limitada a un sitio geográfico, ya que sobre todo el texto de Isaías 45 o las visiones del Libro del Profeta Ezequiel muestran cómo la Presencia de Dios iba más allá de los confines del territorio de Israel. Sin embargo, también dejó en claro que su Presencia no era una energía o que Él estuviera presente físicamente en todas las cosas creadas, cayendo con esto en un panteísmo como el de algunos pensadores griegos o el Budismo o Hinduismo.
Esta afirmación de la Presencia Personal de Dios llega a su Culmen con Cristo, quien reveló a sus Discípulos que Él, el Padre y el Espíritu Santo son el Único Dios Vivo y Verdadero y que,en razón de esta unidad Trinitaria, existen desde siempre y para siempre en el Cielo, pero que siempre interactúan con la Creación y con los Seres Humanos sin dejar jamás su Naturaleza Divina, siendo la Encarnación de Jesús, su Vida, Muerte y Resurrección, la Plenitud de esta Presencia de Dios entre los Hombres.
Es en razón, pues, de la Encarnación del Hijo de Dios que ahora la Iglesia afirma la Presencia Personal de Jesús allí donde Él dijo que está. Por la afirmación que Jesús hace en el texto de *San Mateo 25, 31 – 48* , sabemos que Cristo ha querido hermanarse con cada ser humano al decir: _»Lo que hicieron con el más pequeño de estos hermanos, conmigo lo hicieron»._
Y respecto a la Presencia de Jesús en las celebraciones de la Fe, la Iglesia afirma lo siguiente en el número 7 de la Constitución Sacrosanctum Concilium: «Para realizar una obra tan grande, Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica. Está presente en el sacrificio de la Misa, sea en la persona del ministro, “ofreciéndose ahora por ministerio de los sacerdotes el mismo que entonces se ofreció en la cruz”, sea SOBRE TODO BAJO LAS ESPECIES EUCARÍSTICAS. Está presente con su fuerza en los Sacramentos, de modo que, cuando alguien bautiza, es Cristo quien bautiza. Está presente en su Palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura, es Él quien habla. Está presente, por último, cuando la Iglesia suplica y canta salmos, como lo prometió : _“Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos”_ *(Mt 18, 20).*
Y, hablando sobre la Oración Personal, sabemos que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo – de acuerdo a su Promesa – vienen a nosotros cuando lo invocamos doquiera que nos encontremos.
Por tanto, se engaña el que piensa que puede elegir entre cualquiera de estas tres formas de la Presencia de Dios, sea para no asistir a la Celebración Eucarística, sea para no ayudar al Prójimo, sea para no orar personal o comunitariamente. Seamos Cristianos Católicos plenos en la vivencia íntegra de Encuentro con el Señor..
*Preguntas para compartir:*
- _A partir de la Catequesis del texto ¿Cómo se da la Presencia de Jesús en las reuniones de oración de los Hermanos. Separados: de manera plena o incompleta?_
- _¿Cómo vives diariamente en la Presencia de Dios?_
*Elaborado por:*
Christopher Cortés, mfc