Martes, III Semana de Pascua.
Comentario:
Hoy en el santo Evangelio (Jn 6, 30-35) vemos a Jesucristo revelando ante los Judíos que el maná que habían comido en el desierto era sólo camino que les llevaba hacia el pan verdadero del cielo, y que allí mismo lo tenían de frente. Jesús utiliza un lenguaje duro y difícil de asimilar, les habla de comerlo a él. Ellos, y sus antepasados, venían de alimentarse de la ley mosaica. En ella buscaban saciar su sed de Dios. Ahora debían pasar el puente hacia Cristo, avanzar por la calle de la Nueva Alianza, y entrar en la casa donde Él mismo les espera y en torno al altar de la Última Cena, les ofrece el banquete venido del cielo, su propio Cuerpo y su propia Sangre.
Como la estrella que guió a los pastores y a los reyes magos hacia el lugar santo del nacimiento de Cristo, así el maná en el desierto fue como un astro para guiar al pueblo peregrino de Israel hacia el Pan santo de la Eucaristía: JESUCRISTO. También a nosotros nos encamina hacia el Único que puede saciar nuestra sed de eternidad. Cristo nos mira en los ojos de cada uno de los Apóstoles; toma el pan y lo bendice, lo parte y, nos lo da diciéndonos: Tomad, comed, éste es mi cuerpo.Toma luego una copa y, dadas las gracias, nos la da diciendo: Bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados.(Mt 26, 26-28)
Resuene en los oídos del mundo entero este mensaje que sale de los altares donde está Cristo vivo llamándonos a su Banquete: «Yo soy el pan de la vida. El que viene a mi no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed.» (Jn 6,35)
Oh santa gracia y santo Amor, oh gloria tan grande la que se nos dio, que aquí en la tierra podamos comer, el Cuerpo y la Sangre de nuestro Redentor.
Para compartir:
1. ¿Que relación y diferencias existen entre el maná caído del cielo en tiempos de Moisés y el pan consagrado en cada Eucaristía?
2. ¿Qué experiencia espiritual vives cuando comulgas en la Santa Misa?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc.