*Liturgia<📖>Apologética*
De la Liturgia de la Palabra.
IV Semana de Pascua
Fecha: 18 de mayo de 2019
*Comentario:*
La alegría que acompañaba a los primeros cristianos, de la cual nos hace narración la primera lectura de la Liturgia de hoy *(Hch 13, 44–52),* era sumamente contagiosa, y ésta se crecía a medida que más intensa se hacía la persecución hacia ellos a causa de su fe. Aquella alegría era la dinamita explosiva que expandía el Evangelio a los rincones más alejados.
Creo, sin temor a exagerar, que hoy está ocurriendo una especie de Pentecostés en la Iglesia, en tantísimos católicos que antes eran fríos, apáticos, incrédulos, dudosos, tímidos, asustados, y que han venido sumándose por miles, a la vivencia, defensa y difusión gozosa, de la misma fe por la que los apóstoles y los mártires entregaron su vida por Cristo. Son incontables los católicos, en muchas naciones, que han encontrado en los recursos de la apologética, no un guante de boxeo, sino un gran océano de buenas nuevas que les tiene su fe en una primavera continua y creciente. Ellos llevan una fiesta cada vez que al acercarse a la apologética ésta les dice: _”¡Católico, no andas equivocado! Tus padres y abuelos te llevaron a la Iglesia Verdadera.”_
Polos opuestos. El católico frío y apático ve y siente por su Iglesia sólo aburrimiento; mientras que el hermano esperado enardecido, salta, danza y canta ciegamente, por creerse seguro de haber alcanzado la cúspide de la verdad. Los primeros, porque desconocen sus propios tesoros; y los segundos, porque creyendo que llegaron a la cumbre del mismo Dios, ya no buscan más, y no saben que una espesa niebla les impide ver el abismo de vacío al que, bajo engaño, han sido llevados. Grandes exponentes del protestantismo, como Fernando Casanova, Scoth Hahn, Alex Jones, Sidineh Veiga; que antes se sentían desbordados de gozo fundando y dirigiendo sus propias “iglesias”, ahora no encuentran palabras para expresar la alegría de haber encontrado, en la misma Iglesia que tanto perseguían, la Iglesia verdadera, y no ocultan su dolor ante tantas equivocaciones y tanto daño que ocasionaron.
Es sin duda alguna una manifestación del Espíritu Santo en estos últimos tiempos, el vertiginoso movimiento apologético que, en muchísimos países, diariamente entrega a muchas almas infinidad de buenas nuevas que estaban guardadas en los santos yacimientos de la fe católica. Un recuerdo especial por el padre Jorge Loring y Flaviano Amatulli, que ya partieron a la Casa del Padre. Exalta de gozo mi corazón por la valentía y la creatividad de muchos misioneros que a pie y en las grandes autopistas del Internet y las Redes Sociales, como el padre Luis Toro, hace llegar a muchos, este boom de buenas nuevas.
Es necesario que las Diócesis, desde las Parroquias den un espacio de primera línea de importancia a este movimiento misionero, si quieren ven retornar a muchos feligreses que luego de pasar por las catequesis y sus grupos, hoy se encuentran elevando sus manos para rendirte culto a Dios adversando a su Iglesia Madre.
*Preguntas para compartir:*
1) _¿En qué temperatura se encuentra el termómetro de tu fe, cada vez que te nutres de formación apologética?_
2) _¿Qué hace diferente y mayor el gozo de un católico instruido y comprometido, al gozo de un protestante enardecido?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc
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