Hospitalitos de la Fe

Del diezmo como ley a la ofrenda total del hombre a Dios

  • Liturgia<📖> Apologética
    De la Liturgia de la Palabra.
    VIII Sem. del Tiempo Ordinario
    Fecha: 05 de marzo de 2019

    Comentario: Tengamos presente que nuestros hermanos esperados no tienen en su Biblia el libro del Eclesiástico, pero, si asistieran hoy a la Eucaristía y oyen la primera lectura (Si 35,1-15) tal vez terminen muchos de ellos aceptándolo, y lo usarían muy a menudo para decirle a quienes no les paguen los diezmos que son ladrones que le andan robando a Dios. Dice:

    «Paga de buena gana los diezmos. Da al Altísimo como él te dio: generosamente, según tus posibilidades, porque el Señor sabe pagar y te dará siete veces más. No le sobornes, porque no lo acepta.» (Eclo 35, 8-11)

    Sin embargo al iniciar la lectura desde el versículo primero el centro del mensaje no apunta al diezmo en cuanto tal sino a la infinita misericordia y providencia de Dios, que multiplica al ciento por uno la generosidad de todo hombre que se done enteramente en sacrificio a Él y que con alegría sea fiel en mantener para toda la vida los votos de comunión y Alianza con Él sellados una vez y para siempre mediante el Bautismo y el sacrificio eucarístico.

    El Evangelio (Mc 10,28-31) nos ayuda a entender que esa generosidad del hombre hacia Dios, tenía en la Ley diezmo el rol de un simple pedagogo que lo ejercitaba y preparaba para que al llegar la plenitud de los tiempos, el hombre se entregase a Dios tal cual hijo, en plenitud de confianza filial, del mismo modo como Cristo lo hizo en la cruz. Como dijo San Pablo:

    «De manera que la ley ha sido nuestro pedagogo hasta Cristo, para ser justificados por la fe. Mas, una vez llegada la fe, ya no estamos bajo el pedagogo.» (Gal 3,24-25)

    Una prueba y evidencia de cómo la entrega total de sí mismo a Dios vino a relevar, en la nueva Alianza, la ley del Diezmo del Antiguo Testamento, es la conversación entre Pedro y Jesucristo:

    » En aquel tiempo, Pedro se puso a decirle a Jesús:

    -Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.

    Jesús dijo:

    -Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura, vida eterna.» (Mc 10,28-30)

    Preguntas para compartir:

    1. ¿Cuál era la realidad y experiencia de fe en el Nuevo Testamento, para la cual la Ley del Diezmo educaba y preparaba al pueblo de la antigua Alianza?

    2. ¿Soy generoso con Dios, doy con alegría todo de mí para Él, o me encierro en mi egoísmo obsesionado por ambiciones del mundo terrenal?

    Elaborado por:
    P. Héctor Pernía, mfc

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