Apologética en la Liturgia de la Palabra
DE LOS ASTROS A CRISTO
Epifanía del Señor, Solemnidad
Lecturas del día: Is 60, 1-6; Sal 71, 1bc-2. 7-8. 10-13; Ef 3, 2-3a. 5-6; Mt 2, 1-12.
Comentario:
La gente de este tiempo vive atiborrada de consumir fantasías, magia cinematográfica, ciencia ficción, astrología, mantras, consultas a espectros, adivinaciones. La celebración de hoy les lleva la Luz que realmente buscan: la Verdad. ¡Cristo no lleva a los astros, los astros llevan a Cristo!
Gran parte de quienes viven nadando en ese consumismo de paganismo e idolatría provienen de familias cristianas. Dejaron a Cristo para irse con las estrellas, el sol, la luna, las piedras, los sonidos, los aromas, las caricias; cualquier vanidad de turno que tenga publicidad en el comercio, entre «amistades», en los medios de información masiva (cf. 2P 2, 21-22). Los reyes magos hicieron todo lo contrario: dejaron los astros, las constelaciones que no hablan, ni comen, ni oyen, para ir a postrarse y rendirle adoración y tributo al Único y verdadero Sol, a Cristo, el Astro Mayor; que nace de lo alto, al Dios Encarnado.
¡Qué paradoja!
¡Insólito! Cristianos, dejando a Cristo para irse al paganismo; y magos, abandonando el paganismo para ir con Cristo. Y vaya, que es impresionante el impacto que se siente cuando se conoce cuál era el mundo que vivían los magos y «sabios» de aquella época. Es admirable el ejemplo que nos dan estos ilustres personajes que fueron a ver al niño Jesús en el pesebre de Belén. Los magos representan al Conocimiento; y en ellos, el Conocimiento se postra ante la Verdad.
¿Cómo vivían y qué hacían los magos de la época de Jesús?
“Casta sacerdotal de la antigua Persia. La religión de los magos fue asimilando elementos babilónicos, tales como la astrología, la demonología y la magia. Los magos en la antigüedad fueron considerados sabios y ejercían labores en las cortes, consultados permanentemente por los reyes en muchos temas, como la astrología, la adivinación, la oniromancia, el futuro, etc. Egipto fue país de magos, el faraón consultó a los magos, que no le pudieron interpretar sus sueños misteriosos, lo que sí hizo José, pues la ciencia que Dios le dio los ridiculizó, Gn 41, 8-32. Practicaban la hechicería y el encantamiento, Ex 7, 11 y 22; 8, 3 y 14-15, también opacados por el conocimiento que da Yahvé a los suyos, tal como dijo el profeta: <<Yo hago que fallen las señales de los magos y que deliren los adivinos; hago retroceder a los sabios y convierto su ciencia en necedad (Is 44, 25)>>» (1)
El cambio de los magos que fueron a Belén a adorar a Cristo es aleccionador para nuestros tiempos –rechazar las fantasías que nos pretenden vender como oro, como científicas o como doctrinas de Cristo– y migrar hacia lo verdadero y realmente fructífero para todos: JESUCRISTO, el Rey de reyes, que recibe oro en admiración y gratitud porque viene a ejercer su Realeza liberando del pecado a su pueblo con su Sacrificio Redentor; que recibe incienso, como tributo a su condición Divina; y recibe mirra, en señal de ungüento para su sepultura y tránsito hacia su victoriosa Resurrección.
Fuente:
(1) ’Diccionario Bíblico Digital,’ Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003; e-Sword – the Sword of the LORD with an electronic edge.
Para compartir:
1.- ¿Qué signos de paganismo encuentras en tu entorno?
2.- ¿Has sido instrumento, como la estrella de Belén, para llevar a Cristo a personas inmersas en el paganismo?
Elaborado por:
P. Héctor Pernía, mfc