VUELVE A DIOS
La familia es el primer lugar que ha dispuesto Dios para experimentar el amor.
Todo ser humano necesita del amor para madurar y realizarse, pues una buena parte de su solidez existencial y emocional depende de la certeza de ser amado y de poder amar, no obstante; para muchos seres humanos, su núcleo familiar está lejos de ser el espacio afectivo donde se sientan respetados, acogidos e incondicionalmente amados, esto debido al azote de un fenómeno extremadamente complejo como es «la violencia intrafamiliar en sus múltiples manifestaciones».
Su análisis y los intentos de solución requieren de múltiples enfoques y un trabajo interdisciplinar en conjunto con diversos órganos sociales, políticos y religiosos, ahora, se debe cultivar en el hogar el respeto de unos por otros, el amor, el diálogo, la reconciliación y el manejo adecuado de los conflictos.
¿Qué hay en el fondo del corazón del agresor?.
El libro del Génesis, en la persona de Caín, se nos presenta el perfil del hombre fratricida que como aquel resentido y enemistado con Dios, en conflicto consigo mismo, confundido y abatido en el corazón, herido y enfermo en el amor se deja dominar por el pecado lanzándose contra su hermano para matarlo.
El corazón de un victimario de sus propios familiares está herido en el amor, es incapaz de resolver sus problemas mas profundos, está carente de unidad y equilibrio, incompetente en el manejo de sus impulsos y reacio para abrirse al amor humano y al amor divino.
El encargo de proclamar el amor.
Somos los Católicos quienes frente a esta realidad tenemos el encargo de proclamar y ofrecer la única fuerza capaz de sanar y transformar los corazones desde el amor de Dios, anunciando el evangelio, llevando el bálsamo del consuelo y la ayuda solidaria a las víctimas, al igual que el anuncio del kerigma y la evangelización a los victimarios.
¿Qué debemos hacer los católicos ante el tema de la violencia intrafamiliar?
1) Cuidar nuestra propia familia.
2) Ejercer la denuncia profética de las personas y situaciones que favorecen el desarrollo del problema.
3) Motivar el replanteamiento de la educación.
4) Exigir diligencia en la impartición de justicia, la custodia de los derechos humanos, la atención subsidiaria y solidaria a las víctimas.
5) Favorecer al máximo posible que los victimarios se abran a la acción de Dios y puedan sanar las profundidades del corazón.
Como discípulos de Cristo no podemos acostumbrarnos a este panorama desolador, ni evadir cómodamente una situación que parecería irremediable.
Hoy estamos llamados a refrendar nuestro compromiso en favor de las familias heridas, el amor de Cristo nos apremia, y es mucho lo que como fieles Cristianos podemos aportar para atender a tantas víctimas que sufren en silencio anhelando una vida más humana.
Leer también
Génesis 4, 6-7
Fuente
Pérez, L. Desde la Fe.(24/07/2020): «¿Cuál debe ser la actitud de los católicos ante la violencia intrafamiliar?». Disponible: [https://desdelafe.mx/opinion-y-blogs/voz-del-obispo/que-hay-detras-de-la-violencia-intrafamiliar-una-perspectiva-desde-la-fe/]
Para reflexionar y compartir.
1 .¿Cuál es el llamado para los católicos ante el tema de la violencia intrafamiliar?
2. ¿Sabías qué los niños que crecen en hogares violentos tienen una gran probabilidad de ser criminales en el futuro?.
Investigación
Jairo Alexander Parada, Mfc.