*Lecturas del día:* Col 1, 21–23; Sal 54, 3–4, 6, 8; Lc 6, 1–5.
*Comentario:*
Sé que el título suena a raro; sin embargo, no tiene nada de anacrónico si, por una parte, a cada instante Jesucristo chocaba las autoridades religiosas de su época por violar una y otra vez el sábado; y porque hoy, hay una organización que perpetúa e insiste en hacerle creer a los demás que los cristianos están obligados por Dios a continuar observando el sábado, y no el domingo, como día de descanso.
En común tienen también, que los fariseos y escribas vivían siempre al acecho, pendiente de Jesucristo, no para oírle, sino para vigilarle, capturarle violando el sábado y encontrar de qué acusarlo. Hoy, los adventistas, hacen de su precepto sabatino, casi que un elemento fundamental de su organización, y tratan con desaprobación a cualquiera de sus miembros que – como Jesucristo – una y varias veces viole el sábado.
Son muy hábiles las artes que usan para hacer creer que Jesucristo guardaba fielmente el sábado, y esconder o desvirtuar todo texto bíblico donde Jesucristo transgrede dicha ley. Acentúan con tal rigor la centralidad en la Ley antigua de los Diez Mandamientos, que les queda opaca y difícilmente perceptible que tengan a Cristo como punto de partida para edificar su fe; miran al Nuevo Testamento desde el Antiguo y no a la inversa, como debe hacerse; y, muy diverso de los cristianos, ellos se sujetan a la Antigua Alianza, y no a la Nueva.
La interpelación y confrontación que hoy en el Evangelio Jesucristo hace a los fariseos que le espiaban y acusaban porque sus discípulos cogían espigas de trigo y las desgranaban, puede ser, con mucha razón y muy necesaria, una advertencia dirigida a quienes hoy actúan de modo idéntico a aquellos fariseos; que así como David y sus hombres tomaron y comieron pan sagrado, que era prohibido tocar, así también los adventistas, diciendo que cumplen con fidelidad el sábado, hacen a menudo cosas con las que rompen el precepto.
¿Será que la sombra de los fariseos y escribas aun anda detrás de los Cristo y de los cristianos, sólo que con ropas distintas y con un nombre diferente? Los fariseos, veían en Jesús un mero hombre y, por eso, no le aceptaban que se presentara a sí mismo como Dios, y creyéndose ellos los representantes directos de Dios en la tierra, lo querían obligar a someterse a la ley del sábado. Hay acaso algo distinto de los adventistas. Ellos piensan que son los verdaderos voceros de Dios en la tierra, que son la iglesia verdadera, y al igual que los fariseos, piensan que los hombres están sujetos a vivir bajo la obligación de aquella ley. No saben o no quieren aceptar – por conveniencia, tal vez – que el hombre es ahora libre y superior al sábado. Que así como Cristo dijo: _ “El Hijo del Hombre es Señor y tiene autoridad sobre el sábado.”_ *(Lc 6, 5)*, también así, lo dijo de toda persona: _»El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado.”_ *(Mc 2, 27)*
*Preguntas para compartir:*
1) _¿Qué se espera de un cristiano si a su Maestro le condenaron a muerte por violar el sábado?_
2) _Si Jesucristo hoy fuese adventista, ¿cuánto tiempo duraría entre ellos si a menudo rompe el la ley del sábado?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc