Jueves, V Semana de Pascua.
Comentario:
Hoy se nos presenta en el evangelio un versículo que algunos hermanos protestantes (1) – por el error de interpretación literal del texto – lo utilizan para decir que Jesús y el Padre son la misma persona; y por ello refutan la existencia de la Santísima Trinidad.
Dijo Jesús: “Quien me ve a mí ve al Padre” (Jn 14, 9).
San Agustín escribió en uno de sus sermones (2): “Pones tus ojos en Cristo, hombre y Dios: te muestra su ser hombre, te reserva su ser Dios. Y advierte que te reserva su ser Dios quien se te muestra como hombre: Quien me ama —dice— guarda mis mandamientos; a quien me ama le amará mi Padre, y yo le amaré» (Jn 14, 21). (San Agustín, Sermón 126) Su Padre y Él le amarán. Indica que son dos personas las que le manifestarán su amor. Si fuese una sola persona, no habría dicho tal cosa.
San Agustín continúa diciendo: “Y, como si le preguntase ¿Qué vas a dar al que te ama? Y me manifestaré a él (Jn 14, 21) —dijo— ¿Qué significa esto, hermanos? Él, al que ya estaban viendo, les prometía que se les iba a manifestar. ¿A quiénes? ¿A quiénes le estaban viendo o a quienes no le estaban viendo? Hablando a un apóstol que quería ver al Padre para darse por satisfecho y que le decía: Muéstranos al Padre y nos basta (Jn 14, 8), le dice algo. Y él, manteniéndose de pie en su forma de siervo, ante los ojos del siervo, reservando la forma de Dios para los ojos del hombre deificado, le responde: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me habéis conocido? Quien me ve a mí, ve también al Padre (Jn 14, 9). Quieres ver al Padre, mírame a mí; a mí me ves y no me ves. Ves lo que tomé por ti, no ves lo que reservé por ti. Escucha los mandatos, purifica tus ojos, porque quien me ama guarda mis preceptos, y yo le amaré a él. En cuanto persona que guarda mis mandatos y en cuanto enfermo sanado por mis mandatos. Me manifestaré a él. Como si dijera: «Es al guardador de mis mandamientos a quien yo me descubriré tal cual soy». (San Agustín)
Podríamos decir: el Hijo manifiesta al Padre, y éste es manifestado por el Hijo. Y es que luego de decirle Jesús a Felipe, «quien me ve a mí ve al Padre», le específica: «¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? (…) Creedme: Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí.» (Jn 14, 10-11), porque la naturaleza y el poder del Padre están en él.
No está diciendo que ambos son una sola y una única persona, sino que uno está en el otro. No es lo mismo el verbo “ser” que el verbo “estar”. Jesús y el Padre habrían sido una sola persona si hubiese dicho: “Yo soy el Padre y el Padre soy yo”, pero eso nunca Jesucristo lo dijo. Lo que dijo fue algo muy diferente: «Él está en mí y yo en él», y eso no los convierte jamás en una sola identidad. Siempre habló del Padre como de Alguien distinto a Él (cf. Jn 8, 17-18; 17, 5; Lc 10, 21; Hb 1, 1-5. 13; 2, 32; Ef 2, 18).
El espejo de quienes somos imagen y semejanza de Dios lo reflejan con claridad. Todo padre de familia al engendrar o una madre al parir están en el hijo que traen al mundo, porque en él están el cuerpo y la sangre de sus padres; y el hijo, por esta misma razón, está en sus padres. Dice en Hb 2, 14: “Los hijos participan de la misma sangre y la misma carne”, y eso, gracias a sus padres que le procrearon. Todo hijo, por llevar sangre y carne de sus padres, podría decir: “ellos están en mí y yo en ellos; pero ellos son ellos y yo soy yo. Cada uno es una persona distinta y diferente; pero los tres estamos hechos de lo mismo.” El padre es el padre y el hijo es el hijo; la madre es la madre y el hijo es el hijo. El hijo no es el padre, ni el padre es el hijo; el hijo no es la madre, ni la madre es el hijo. Cada uno es una persona distinta, pero su naturaleza es compartida por el acto del engendramiento y del parto.
Fuente:
1. ‘Unicitarios’, Una de las ramas del movimiento pentecostal. Cf.
https://es.wikipedia.org/wiki/Pentecostalismo_unicitario
2. San Agustín, Sermón 126. Fe e Inteligencia; el ver de la Palabra (Jn 5, 19).
Para compartir:
1. ¿Qué aprendiste con esta publicación? ¿Cómo sabemos que el Padre y el Hijo son dos personas distintas?
2. ¿Que otros fundamentos doctrinales evidencian que son dos personas distintas?
Elaborada por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc