Hospitalitos de la Fe

Componentes básicos en la formación del Misionero de la Fe Católica

El “SER” del Misionero:

  • A continuación, los modos más relevantes de cómo desarrollarás este componente a través de esta Misión. Decálogo del MFC:
  • Vivir un proceso de conversión permanente.
  • Proclamar con claridad y valentía el Evangelio.
  • Despertar la inquietud y mística misionera.
  • De espíritu compasivo, tolerante y servicial.
  • Ser Cristocéntrico.
  • Evangelizar a través de la religiosidad popular.
  • Alegre, decidido y carismático en su Misión.
  • Prepararse y actualizarse permanentemente.
  • Frecuentar fervientemente los Sacramentos.
  • Mantener un espíritu piadoso y orante como María.

 

  • Estudia y profundiza la Palabra de Dios:

El conocimiento de la fe verdadera, acompañado de una constante vida misionera, te va configurando en la persona de Cristo, de manera silenciosa, real, y no desapercibida ante su entorno.

“Sí, es siempre indispensable la predicación, la proclamación verbal de un mensaje. Sabemos bien que el hombre moderno, hastiado de discursos, se muestra con frecuencia cansado de escuchar y, lo que es peor, inmunizado contra las palabras. Conocemos también las ideas de numerosos psicólogos y sociólogos, que afirman que el hombre moderno ha rebasado la civilización de la palabra, ineficaz e inútil en estos tiempos, para vivir hoy en la civilización de la imagen. Estos hechos deberían ciertamente impulsarnos a utilizar, en la transmisión del mensaje evangélico, los medios modernos puestos a disposición por esta civilización.”

Comienza por activar un proceso de conversión personal para dar testimonio de vida cristiana; 

Viviendo este componente podrás hacerle sentir a los hermanos más retirados y alejados de la Iglesia, que vas de parte de Dios y no de parte del Diablo.

“Quien tiene espíritu misionero siente el ardor de Cristo por las almas y ama la Iglesia, como Cristo…. Se inspira en la caridad misma de Cristo (…) que está hecha de atención, ternura, compasión, acogida, disponibilidad, interés por los problemas de la gente”

Debes emprender un camino de purificación y limpieza interior de todo cuanto sea MENTIR:

Al limpiar y al purificar nuestra fe estaremos ayudando a sanar la costumbre generalizada de mentir que hoy ha invadido tantos espacios de la vida social. En muchos ambientes se ha hecho común la hegemonía de la apariencia, la manipulación del lenguaje y la imagen. La realidad ha sido sustituida por la “droga” de la fantasía, de lo virtual, la imaginación; de vivir fingiendo lo que no somos ni tenemos. 

El mundo de la publicidad presume alzarse por encima de Dios otorgando permiso y justificación a muchos para mentir sin escrúpulo alguno. Inducen a la población a pensar y actuar dándole más valor a las personas no por lo que son sino por las apariencias; y todo por la justificación de acumular dinero y conquistar intereses personales. Es urgente y necesario volver a vivir pisando tierra, alimentando nuestra mente y nuestro espíritu sólo de lo verdadero y de lo real. Apartémonos de vivir engañando a los demás. 

Qué difícil resulta encontrar la verdad y hacer un buen discernimiento de la Palabra de Dios, si dejamos que nuestra mente ande embotada por el mercado de fantasías que a diario nos ofrece el mundo. Todo discípulo misionero de Cristo debe purificarse de tantos venenos y toxinas pseudo espirituales que hoy la sociedad contaminada por la Nueva Era le está ofreciendo; tales como: tarot, feng shui, horóscopo, espiritismo, gnosticismo, yoga, espíritu de la navidad, Halloween, desviaciones en muchos baby shower, entre otras. Cristo es el camino, la verdad y la vida (Jn 14,6), y quien sigue siempre lo verdadero, lo conoce tal como Él es. Por los caminos de la fantasía y el engaño será difícil encontrarle, conocerle y gozar de todas las bendiciones de vida en plenitud que sólo Él puede dar.

  • Acércate frecuentemente al Sacramento de la Confesión:

Allí vamos como discípulos de Jesucristo y renunciamos al pecado, vencemos nuestras propias mentiras, entregamos en las manos de Dios nuestras propias fragilidades y reiniciamos una nueva vida en Dios, fortalecidos con su gracia. Una confesión bien hecha es el más perfecto acto de limpieza interior que un ser humano puede llegar a realizar ante Dios y ante sus hermanos.

  • La oración será tu principal fuente de vida:

De ella parte y a ella llevamos todo: logros, victorias, consuelo, cansancios, temores, fatigas y esperanzas. Allí te encontrarás diariamente con quien te eligió y te envío; con quien te sostendrá dándote la gracia y el poder para superar toda prueba que se te presente. De la intimidad con Cristo crucificado y resucitado brotarán la alegría y la fortaleza de tu peregrinar misionero; del abandono y el olvido de tu intimidad con Él vendrán sobre ti el vacío, el desaliento, la frustración y las equivocaciones.

Se le recomienda participar en el Servicio de Oración Permanente de Hospitalitos de la Fe (Ver: Const., n. 30).

  • Tentaciones a vencer:

Preocupaciones por los espacios personales de autonomía y distinción.

Confundir vida espiritual con actos religiosos que brindan alivio, pero no alimentan el encuentro con los demás, el compromiso en el mundo, la pasión evangelizadora.

Presentar un complejo de inferioridad que nos lleve a sentir pena por nuestra religión, y a no transmitirla. Una de las tentaciones más serias es la conciencia de la derrota que nos convierte en pesimistas, quejosos y desencantados con cara de vinagre. Nadie puede emprender una lucha sino confía de antemano en el triunfo. En el desierto se necesitan personas de fe que, con su propia vida, indiquen el camino hacia la tierra prometida y mantengan viva la esperanza. Estamos llamados a ser personas cántaros para dar de beber a los demás.

*El “SABER” del Misionero:*

a) Motivación: 

En el desierto, Satanás se atrevió a tentar a Jesucristo utilizando las Sagradas Escrituras (cf. Lc 4,1-13). “Si así tratan al árbol verde ¿qué no harán con el seco?” (Lc 23,31) Jesucristo venció a Satanás utilizando las Sagradas Escrituras. ¿No debe el árbol seco hacer igual que el árbol verde? ¿No ha de hacer el discípulo igual que su Maestro? Comprendemos que debemos instruirnos en la Palabra de Dios y llevarla como escudo ante las flechas incendiarias que Satanás dirigirá también contra nosotros (cf. Ef 6,16).

“Conocer a Jesucristo por la fe es nuestro gozo; seguirlo es una gracia, y transmitir este tesoro a los demás es un encargo que el Señor, al llamarnos y elegirnos, nos ha confiado”. En medio de tanta división en la fe, de tantas falsas iglesias y falsos pastores, no es novedad alguna saber que Satanás sigue hoy haciendo su trabajo de utilizar la misma Biblia para hacer tropezar a muchos en la fe. Los misioneros católicos debemos tomar la Biblia, familiarizarnos con ella, profundizar y vivir sus enseñanzas, memorizar la ubicación de pasajes bíblicos y ser conscientes de que no podemos salir, tan sólo, con buenas intenciones y reflexiones a buscar a la oveja perdida que se separó de la Iglesia Católica, siendo que muchas de ellas usarán pasajes bíblicos para señalarnos a los católicos como los que naufragamos lejos de la verdad y de la salvación.

El saber ubicar en la Biblia dónde están los pasajes bíblicos para dar razón de nuestra fe (cf. 1Pe 3,15), aleja la confrontación y abre las puertas rápidamente al diálogo con los hermanos esperados. No saber en qué parte de la Biblia está un pasaje bíblico que se necesita, tiende a ocasionar inseguridad, nerviosismo, posturas defensivas y, naturalmente, propicia la polémica y la ofensa mutua, más que el diálogo y el auxilio en la fe.

b) Trasplanta tu fe: 

De una fe cimentada en la frágil e inestable superficie de sólo quedarnos en repetir costumbres, a una fe sembrada en la tierra profunda y fecunda de la Palabra de Dios. En el camino, muchas costumbres de profundo valor cristiano se verán rejuvenecidas, revalorizadas y fortalecidas. Esto lo lograrás estudiando y misionando con la Guía Bíblica orientados por las Constituciones Generales de la RCM-HF.

El MFC no hace a solas, o independientemente, este trasplante, sino que se une al “oficio pastoral del Magisterio, [el cual] está dirigido, así, a velar para que el Pueblo de Dios permanezca en la verdad que libera”

c) Conoce e imita la vida de los santos patronos de la Misión: 

San Francisco de Sales y San Francisco de Asís, para aprender de ellos la bondad y el celo apostólico con los que irás a manejar los temas de la Guía Bíblica para traer de regreso a Casa a los hermanos esperados. 

Aprenderás a memorizar las citas bíblicas para dar razón de nuestra fe: Te puedes ayudar con estos métodos:

Apréndete una cita bíblica por día; y cada día repasas las que aprendiste los días previos; y así, sucesivamente. Hazlo por bloques temáticos. Los temas que mejor dominas bíblicamente son aquellos que más vas utilizando cada vez que se te presente una ocasión donde tengas que dar una enseñanza de la fe católica. Si por cada día te parece mucho memorizar una cita bíblica, podrías hacerlo aprendiendo una, o dos, o tres citas bíblicas por semana; lo importante es intentarlo y comenzar.

Las actividades del Proyecto Vuelve a Casa, la de la Escuela Intensiva de Formación, y las contempladas en el Pastoreo del Territorio de Misión, te darán otro método más eficaz y fructífero que el anterior: aprender desde lo mismo que enseñas a otros, desde la experiencia, desde la práctica, desde la misma vida misionera. Como enseñaba San Juan Bosco a los jóvenes: “Si quieres aprender poquito estudie solo. Si quieres aprender mucho, busca a otro que te enseñe. Si quieres aprender muchísimo, enséñale a otros, de lo que vas aprendiendo”. Este sabio consejo se lo aplicamos a los dos brazos de Hospitalito de la Fe: la Guía Bíblica y los contenidos del Proyecto Vuelve a Casa presentes en las Constituciones Generales.

El “HACER” del Misionero:

 “SABER” y “HACER” son dos pilares que de modo permanente están presentes en la vida de los MFC; son los mismos pilares con los que trabajan semana a semana en su Territorio de Misión: FORMACIÓN-ACCIÓN; van siempre unidos.

Recuerda que el principal acto del “HACER” está en evangelizarnos a nosotros mismos primero: vivimos y amamos aquello que enseñamos a los demás. Las palabras mueven, pero el testimonio arrastra.

 

Los laicos, de modo especial tienen, de Dios, la misión de “ordenar la realidad temporal de su entorno, de manera que sea según Cristo, alabanza a su Creador”. Es por eso que tienen ante sí, el llamado de salir en éxodo a pastorear el Territorio de Misión que se le confía.

No puede haber ocupación que eclipse la dedicación a conocer y a dar a conocer a Cristo; a vivir en comunión con Él y a llevar a muchos otros también a esa comunión. “No hay evangelización verdadera mientras no se anuncie el nombre, la doctrina, la vida, las promesas, el reino, el misterio de Jesús de Nazaret Hijo de Dios”

Laicos, y pastores todos de la Iglesia, comparten en común un mismo llamado: “la gran tarea de custodiar, alimentar la fe del pueblo de Dios…; y ser discípulos y misioneros de Jesucristo. Todo bautizado recibe de Cristo, como los Apóstoles, el mandato de la misión: “Id por todo el mundo y proclamad la buena nueva a toda la creación

El que crea y sea bautizado, se salvará” (Mc 16, 15)”.

«Enseñar a alguien […] para traerlo a la fe […] es tarea de todo predicador e incluso de todo creyente (Santo Tomás de Aquino)».

Los buenos resultados en esta búsqueda de traer de regreso a la Iglesia Católica a quienes se alejaron o se separaron de ella, nos irán proporcionando alegría misionera, seguridad y confianza. Es ésta, tal vez, la estrategia más importante de Hospitalitos de la Fe; y funciona en la medida en que cada Misionero se convenza de ello y retire a un lado sus temores o dudas.

Si cada MFC va por un hermano esperado y todos hacen lo mismo, es muy probable que, en corto tiempo, muchos serán los que regresen a la Iglesia Católica. Y, si esas ‘brasas’ o esos ‘carbones’ prenden fuego por obra del Espíritu Santo, ¿quién podrá apagarlos una vez que vean despertar en sus corazones el avivamiento católico; una vez que hayan vivido la inefable alegría de haber sido utilizados por Dios como instrumentos para que uno o varios hermanos esperados retornen a la Iglesia?

El “CONVIVIR” del Misionero:

Motivación: 

Un signo muy intenso de fortaleza para un Misionero, al momento de abordar en la fe a alguien alejado o separado de la Iglesia Católica, es su testimonio de sólida comunión con Cristo en la Eucaristía y la comunicación diáfana que tiene de su labor misionera con los pastores de la Iglesia.

Le inspira y mueve la Palabra de Dios cuando dice: «¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor» (Mt 25, 21).

¿En qué consiste la formación que se adquiere con este componente?

El motor que pone en movimiento este componente es la entrada en acción de los MFC aplicando en sus respectivos Territorios de Misión y en su vida personal estas instrucciones:

_Vivir y compartir la Eucaristía con su comunidad parroquial_ cada domingo, en las fiestas de guardar y siempre que le sea posible hacerlo entre semana.

_Dar testimonio de transparencia en lo que hacemos:_  Para todos los cristianos la comunión con Dios pasa por la comunión con la Iglesia (cf. Lc 10,16; Mt 24,46-47; 10,40; Jn 13,20; Ga 2,1-9).

_Fortalecer en el Pueblo de Dios la comunión con la Iglesia Universal._ El debilitamiento de la misma es, ciertamente, en muchos lugares, una de las más profundas heridas que la Iglesia sufre y necesita sanar.

_Promover la comunión en la Misión,_ entre todos los MFC de su Parroquia y los de otros lugares, participando activamente en las iniciativas y experiencias que a este respecto se desarrollen.

_Dar testimonio de pobreza evangélica y solidaridad con los más desposeídos_: Los MFC no fijamos precio por las actividades misioneras que realizamos. Esto lo puede hacer la comunidad local si así lo considera necesario, a fin de cubrir los gastos generados por la actividad realizada y el respectivo aporte para el MFC asesor. Los MFC pueden y deben sensibilizar y pedir a las personas y lugares que reciben actividades como talleres o conferencias de la Misión, la ayuda en logística, viáticos y en dinero que puedan aportar para aliviar sus gastos personales y manejar administrativamente, por separado, el aporte que se recoja por los materiales recibidos de la Red de Logística de Insumos.

_Lo mejor para los demás y lo más sacrificado para los Mfc_: Los MFC vivimos en austeridad y pobreza renunciando voluntariamente al confort personal y al consumismo, para facilitar que los eventos formativos y servicios que ofrecemos sean del más bajo costo posible.  Los bienes que los MFC ahora acumulamos son los del cielo: las almas que ganamos para Dios. Reducimos hasta lo más esencial nuestros gastos superfluos y aportamos todos nuestros esfuerzos para multiplicar, entre el pueblo de Dios, nuestras principales herramientas misioneras: el libro Hospitalito de la Fe, Medicinas para la Fe, entre otros. Los costos de los insumos misioneros se reducen cuando se reproducen en imprentas grandes cantidades.

Asesoría e Información

Reciba una cordial bienvenida y un abrazo fraterno en Cristo.

Si estás implementando en tu comunidad o tu parroquia el Manual para crear y fortalecer Pequeñas Comunidades Cristianas del Proyecto Vuelve a Casa y necesitas alguna información u orientación, puedes comunicarte con la Coordinación de este Proyecto. Escríbenos y gentilmente te atenderemos.

Comunidad Hospitalitos de la Fe

WhatsApp – Casa donde Hospitalitos de la Fe recibe hermanos conversos a Cristo en la única Iglesia que Él fundó, la Iglesia Católica, y donde se ayuda en la atención de dudas e inquietudes en la fe.

Servicio de Oración Permanente

CAPILLA VIRTUAL DE ADORACIÓN AL SEÑOR
Lugar consagrado exclusivamente para la ORACIÓN

Horarios (Hora Vzla)

  • 6 am: Oraciones de inicio de jornada (silencio)
  • 9 am: Santo Rosario
  • 10 am: Oraciones espontáneas hasta las 10 pm
  • 12 pm: Ángelus
  • 3 pm: Coronilla a La Misericordia
  • 6 pm: Ángelus
  • 8 pm: Oración comunitaria
  • 10 pm: Cierre de jornada

Plataforma: WhatsApp

Servicio de Formación Apologética

El Servicio de Formación Apologética de Hospitalitos de la Fe te brinda cada sábado por la noche un encuentro digital para conocer a Cristo, formarse en la Sana Doctrina, y prepararse para dar razón de nuestra esperanza en Cristo ante un mundo cada vez más incrédulo y adverso a la fe católica.

Ciclo de Encuentros

  • Foro Chats
  • Enseñanza Apologética
  • Conoce tu fe

Hora: Hora: 7pm (Venezuela). Lugar: Telegram