¿Te acompaña últimamente la tristeza, el desgano, la irritabilidad, el cansancio y la desmotivación para atender tus compromisos, tu vida social y afectiva, para concentrarte en lo que tienes que hacer?
¿Qué es la apatía?
La palabra apatía ”proviene del griego «apáqeia» «sin pasión». Estado de indiferencia, sensible disminución de la actividad, carencia de estímulos para la acción (a menudo por alteración de la actividad nerviosa superior).” (1)
Hospitalitos de la Fe te aportará cinco publicaciones que podrás identificar con la numeración secuencial que ves al lado derecho del título, tomadas del libro ”Guía de Auxilio Espiritual”, del Pbro. Héctor Pernía, mfc. (2022).
Según el sacerdote y psicólogo Juan Carlos Yanez (25 de mayo, 2022), miembro del equipo examinador de este libro:
«Los seres humanos nacemos, primero, con emociones; y luego desarrollamos la razón. Las emociones nos permiten sobrevivir, mientras desarrollamos la razón. Las corrientes psicológicas actuales hablan de inteligencia emocional como una manera excelente de aprovechar las emociones y sostener dichas elecciones junto con la razón.
Por otra parte, la apatía es la ausencia de emociones e intereses; se refiere a la indiferencia, lo cual necesita ser trabajado desde la creación de emociones sanas y educadas corresponsablemente para vencer la apatía. Sin embargo, cuando se hace acompañar las emociones junto a las decisiones razonadas, es decir, usando la razón como brújula para el manejo de las emociones, se permite el desarrollo de conductas y proyectos de vida más adecuados a la realidad, que aquellos que se orientan sólo desde la emocionalidad sin razón. Quienes hacen esto último, están a un paso de cometer muchas equivocaciones, como: destruir en un instante, por un arrebato de emoción o placer, lo que con sacrificio edificaron. Todo lo logrado se puede caer si no se educa a las emociones y se les permite, libremente, dominar la vida de la persona sin una inteligencia emocional adecuada.
La fe y la razón son la mejor guía para las emociones. Logran que en los momentos más difíciles la apatía no cobre fuerza. Los sentimientos, solos, son volátiles, si poseen carencias. La Fe y la Razón tienen los elementos necesarios para ayudar a trabajar las carencias y llenarlas de convicciones, elecciones firmes y entregas decisivas sin volver a dar marcha atrás. Por eso, es importante trabajar las emociones, más que controlarlas o suprimirlas».
Para compartir:
1-. ¿Qué consecuencias puede haber si se deja que las emociones solas, sin la razón, dirijan nuestros actos en situaciones difíciles?
2-. ¿Qué resultado se obtiene en esos momentos si las emociones van acompañadas del raciocinio y de la fe?
Autor:
Pbro. Héctor Pernía, mfc
Fuentes:
1-. Diccionario soviético de filosofía; Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo, Pág 21. 1965; https://biblioteca.org.ar/libros/fe/apatia.htm
