*Apologética en la Liturgia de la Palabra*
Fecha: 18 de octubre.
San Lucas, evangelista. Fiesta.
*Lecturas del día:* 2Tm 4, 9–17; Sal 144, 10–13. 17–18; Lc 10, 1–9.
Comentario:
Jesús, a sus 72 discípulos les dijo: “La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha. No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias…! (Lc 10, 2).
¿Qué nos está diciendo? Quien quiera buscar la Verdad, la Iglesia que realmente viene de Jesucristo, la verá allí donde los pastores que la dirigen son escasos. Y, por lo contrario, en aquellas que dicen ser “iglesias de Jesucristo”, pero son falsas porque fueron fundadas por hombres, los pastores siempre son abundantes.
Eso me conmueve mucho, porque me veo reflejado. Antes de emprender la vida itinerante como misionero de Hospitalitos de la Fe, fui párroco de una población de 40.000 habitantes en la Diócesis de Ciudad Guayana, Edo. Bolívar, Venezuela, y era una de las más pequeñas; porque había parroquias vecinas que triplicaban la mía. Y les tocaba más difícil, porque al menos, en mi Parroquia, era una comunidad Salesiana, con tres o cuatro sacerdotes cada año; pero, en esas parroquias había y hay, todavía hoy, un solo sacerdote.
Del lado del protestantismo, en cambio, las cosas son al revés en todas partes. Cualquier sitio de esas organizaciones, en su mayoría, son apenas un garaje, una habitación, una simple sala de una casa de familia donde caben apenas unas 20 personas para un solo pastor que las dirige. Así, abundan, por miles; lugares, de a un solo pastor por apenas cinco o siete personas.
Hay razones para comprender por qué tales diferencias.
En la Iglesia fundada por Jesucristo, ninguno se nombra y se designa a sí mismo para ser sacerdote, religioso o religiosa consagrados; ninguno se nombra a sí mismo párroco de una comunidad, sino que son designados por un Sucesor de los Apóstoles; es decir, por un obispo titular. En las sectas, en cambio, cada quien se auto proclama pastor, no hacen votos de obediencia a ningún Sucesor de los Apóstoles; y, quienes nombran a otros pastores, no tienen delegación ni facultad eclesiástica alguna para hacerlo.
Estos pastores tienen otras diferencias muy particulares:
🅰️ Los pastores verdaderos son escasos: Ellos, para poder entrar al rebaño, reunir y guiar ovejas, aceptan depender del Portero (Jn 10, 2-3) que tiene las Llaves (cf. Mt 16, 17-19) para abrir la Puerta única – Jesucristo – (Jn 10, 7.9) por donde las ovejas pueden entrar y salir. Si hay una sola Puerta, hay entonces un solo Portero. Es normal que haya pocos pastores, si para poder entrar por Cristo, hay que ir a Pedro y obedecerle. Esa condición la aceptan, con amor y alegría, aquellos que son verdaderos pastores. Saben bien que, aunque son pastores de ovejas; deben, a su vez, dejarse pastorear por aquel a quien Cristo le dio el mandato: “apacienta mis ovejas” (cf. Mt 16, 17-19; Jn 21, 15-17).
🅱️ Los falsos pastores, en cambio, abundan: Porque no soportan la obediencia. Ellos no toleran que haya un Portero que les controle la Puerta, y de ahí que se hacen tales por cuenta propia, y se hacen de las ovejas por medio de la manipulación de sus necesidades, del robo, alterando textos bíblicos sobre el diezmo, ofrendas y primicias para arrebatarle los bienes a las personas; tal como los describe el evangelista Juan: ”En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ése es un ladrón y un salteador” (Jn 10, 1).
Para compartir:
1.- ¿Qué impresión y qué aprendizaje te dejó el contenido de esta publicación?
2.- ¿Cómo es la correlación numérica entre pastores y ovejas en tu comunidad, a nivel católico, y a nivel del protestantismo?
Elaborado por:
P. Héctor Pernía, mfc