Apologética en la Liturgia de la Palabra
Martes, de la Octava de Pascua.
Lecturas del día: Hch 2, 36-41; Sal 32; Jn 20, 11-18.
Comentario:
En la primera lectura de hoy vemos una frase del apóstol Pedro que ha sido mal usada por la autodenominada «iglesia pentecostal unida» (también llamada –despectivamente- como «Sólo Jesús»): “(…) bautícese cada uno en el nombre de Jesucristo” (cf. Hch 2, 38). Tomando este texto como referencia (así como: Hch 8,16; 19,5) estos hermanos esperados no sólo practican otra fórmula para bautizar a los creyentes sino que enseñan una doctrina anti-trinitaria acerca de Dios.
Para los «pentecostales unidos» el bautismo cristiano debe hacerse sólo «en el nombre de Jesús», no en el NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO (la llamada fórmula bautismal trinitaria) [1]. Junto a su bautismo «unitario» enseñan que Jesús es el nombre definitivo de Dios y que no hay tal “Trinidad” (como afirmamos los católicos y otros tantos cristianos). Para ellos, Dios al ser sólo uno, se manifestó en el Antiguo Testamento como «Jehová» (tampoco usan el nombre Yahvé), en el Nuevo Testamento se encarnó haciéndose llamar Jesús y al volver al Cielo pasó a ser el Espíritu Santo.
Quienes creemos en la Trinidad de Dios, cumplimos a cabalidad el mandato expreso de Cristo, en Mt 28,19, bautizando “(…) en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” [2]. Entendemos las palabras de San Pedro en Pentecostés (cf. Hch 2,38) no como una fórmula «diferente» ni «más precisa», sino como una referencia al bautismo trinitario ordenado por Jesús que los católicos (y otros cristianos “trinitarios”) practicamos. Cuando Pedro y Pablo hablan de bautizarse en nombre de Cristo no era para DICTAR LA FÓRMULA del bautismo, sino para indicarles que debían dejar atrás el bautismo de Juan y pasar a recibir el nuevo y definitivo bautismo, el de Jesús (cf. Jn 1, 33; Mc 1, 7-8; Lc 3, 16; Hch 19, 3).
Que Dios es único, que no hay tres “dioses”, eso es cierto; hay un solo Dios (cf. Gn 1,1; 17,1; Ex 3,6.14-15; 20,1-7). Pero ese único Dios, en el Antiguo Testamento se mostró hablando consigo mismo en plural (cf. Gn 1,26; 3,22; 11,7; Is 6,8) y en el Nuevo Testamento se nos reveló como tres personas distintas (cf. Mt 3,16-17; Lc 1,35; Jn 1,1-3; 15,26; 16,15). Jesucristo dijo que Él no es el Padre (cf. Jn 8,18; 14,1-2; 17,5.10), aunque también dejó claro que ambos son un solo Dios (cf. Jn 10, 30; 14,7-11). De esto último en el evangelio de hoy (cf. Jn 20,17b) tenemos otra evidencia: “(…) Pero ve y di a mis hermanos que voy a reunirme con el que es mi Padre y Padre de ustedes, mi Dios y Dios de ustedes” [3].
Fuentes:
[1] Catecismo de la Iglesia Católica. Numerales: 1240 y 1256.
[2] “Dios Habla Hoy. La Biblia con Deuterocanónicos”. Versión popular, segunda edición. Sociedades Bíblicas Unidas (1.979).
[3] Idem.
Para compartir:
1.- ¿Te han dicho que el bautismo católico no es válido por qué no se hizo «en el nombre de Jesús»? ¿Qué responderías a esa afirmación?
2.- ¿Cómo le explicarías a un hermano «unitario» que la «fórmula trinitaria» del bautismo es una evidencia de la Trinidad de Dios?
Elaborado por:
Nelson Ledezma, mfc