Apologética en la Liturgia de la Palabra
AQUEL DÍA DIRÁN: “¡YO ME HAGO CATÓLICO!”
Domingo XVII del Tiempo Ordinario, solemnidad.
Lecturas del día: 1Re 3, 5, 7–12; Sal 118, 57. 72. 76–77. 127–130; Rm 8, 28–30; Mt 13, 44–52
Comentario:
El Espíritu Santo, por medio de San Pablo, nos dice:
“Sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio” (Rm 8, 28).
Cuando vemos el hermoso testimonio que dan en la Iglesia Católica y ante la sociedad las personas que vienen de haberse convertido del ateísmo, la homosexualidad, las sectas protestantes, la brujería, y leemos esas palabras de la carta de Pablo a los Romanos, nos debemos llenar de esperanza; ya que hablan del bien tan enorme que Dios tiene preparado cuando los conversos que retornen a la Iglesia Católica para encontrar a Cristo en plenitud, no sea uno, o dos, o tres, sino millares; porque la luz de la Verdad es irresistiblemente admirable. Así ha sido la historia de centenares de casos de conversos recientes del paganismo y protestantismo a la Iglesia Católica: llevados por la rebeldía o la ignorancia se fueron, y atraídos por la verdad volvieron.
El estudio de la doctrina católica y de los mismos orígenes del cristianismo, les hizo descubrir que siempre le habían ocultado la verdad acerca de esta Iglesia, y sus corazones no pudieron sino rendirse en pena y admiración, en vergüenza y gozo. Pena y vergüenza al recordar cuánto daño y perjuicio ocasionaron contra la Iglesia Católica; admiración y gozo, porque al fin encontraron la única Iglesia donde se encuentran en plenitud, a Jesucristo y todos los medios que Él les da para salvarse.
Tengamos la firme certeza, por la promesa que el Espíritu Santo nos hace en Rm 8, 28, de que, en algunos años o décadas, se destape un cansancio global ante lo engañoso y falso, y se despierte en el mundo una sed inmensa por la verdad, por lo realmente bueno y hermoso; y sucederá el ingreso a la Iglesia Católica y en encuentro con Cristo, de activistas protestantes, de las corrientes pro aborto, pro ideología de género, pro caos social, pro comunismo, pro ateísmo; porque descubrirán que los tesoros de la vida terrena verdaderamente perdurables están justo en la Iglesia a la que todos llaman “basura”.
Cuando más avance el número de jóvenes que se enteren que hay gente muy oscura y mala de muchísimo poder económico a nivel mundial que soborna con millonarias sumas de dinero para comprar gobiernos, empresarios, e imponer el exterminio humano, la alteración de la fe cristiana y la depravación moral; y, cuando más avance el número de miembros en las sectas que descubran que sus fundadores y líderes los engañan y estafan, que no son “iglesias”, ni “evangélicos”, ni “cristianos,” sino simples artificios o simulaciones de «iglesia» para separar a las ovejas de la única Iglesia que Cristo fundó. Ese día dirán:“¡Me hago católico!” ¡porque quiero a Cristo, todo, y no mutilado!».
Para compartir:
1.- ¿Qué fruto traerá el hecho de que entre las sectas y las ideologías dominantes haya millares buscando de corazón la verdad?
2.- ¿Cuál ha sido tu testimonio respecto a la búsqueda de la verdad y la Iglesia Católica?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc