Viernes, XIV Semana del T. Ordinario
*Lecturas del día:* Os 14, 2–10; Sal 51, 3–4, 8–9, 12–14, 17; Mt 10, 16–23
*Comentario:*
Las palabras que Cristo le dirige a sus discípulos en el evangelio de hoy son para reavivar el ánimo y el espíritu; y no para que nos acobardemos. Más de uno de los bautizados temblaría si le llegara la hora de tener que decidirse entre, estar del lado de Cristo, en la única Iglesia que Él fundó, defendiendo hasta lo último la inviolabilidad de la vida del niño en el vientre de su madre, la ley natural, el matrimonio y la familia cristiana, el respeto a la identidad sexual que cada niño y cada niña ya traen al nacer, el derecho de todo anciano a vivir hasta que la mecha de su vela se le agote completa, el respeto a los templos católicos, a las imágenes, a los misterios sagrados, a nuestros sacerdotes y obispos, a la virginidad de María, a los Sacramentos.
Esa hora no está lejos, la hora de la persecución y el repudio, el ser heridos o golpeados en la calle por llevar un crucifijo en el pecho, por hacerse la señal de la cruz, por ponerse de pie en la casa o en una reunión de trabajo o ante un organismo público para denunciar el asesinato del aborto, de los anticonceptivos, la homosexualización de la infancia, la destrucción de la identidad del niño y la niña, del sentido mismo de la vida.
Estamos en los días, la hora está cerca, en que a los fieles de Cristo les pondrán las esposas y los llevarán detenidos a los tribunales y los enviarán a las cárceles, por salvar un niño de un aborto, por negarse a eliminar del vocabulario decir ‘niño’ o ‘niña,’ por no permitir un matrimonio entre personas del mismo sexo, por negarse a que un adulto tenga relaciones sexuales con un niño.
Primero derriban las esculturas de los próceres de las naciones, luego lo harán a cualquier persona, aunque sea anciana, porque llevar en su ropa un símbolo católico; o a cualquier sacerdote o religiosa que transite en cualquier espacio público. La apostasía moral estalla en todas partes; y hasta las leyes, cundidas de ideología comunista, se han puesto de lado de la barbarie, de la prostitución, de la inmoralidad, de la aberración; y actúan sin piedad alguna contra las instituciones educativas y contra cualquier persona a la que le inventen cualquier calumnia o difamación.
Las tres negaciones de Pedro son el extremo opuesto de las apostasías de este tiempo. Él lloró amargamente por haber negado conocer a su Maestro y Salvador; y luego le declaró su amor fiel, no solo verbalmente sino, de modo heroico, muriendo también como Él y para Él, en el altar de la cruz. Ahora, por cualquier lisonja o presión, por cualquier calumnia o difamación, el católico que uno menos piensa, traiciona su Iglesia y se vende a sus adversarios. Dios tenga piedad de ellos cuando les corresponda dar cuenta de sus actos *(cf. 2 Cor 4, 10; Rm 14, 10).*
*Para compartir:*
1.- _Cristo dio su vida por ti y por la Iglesia que fundó *(cf. Ef 5, 25-27).* ¿Tú la darías por Él y por su Iglesia?_
2.- _¿Has tenido que sufrir ya algún tipo de intolerancia o discriminación por ser católico?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc
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