Un tema para ayudar; no, para juzgar
La ayuda en este tema tendrá dos destinatarios: primero, ayudar a quien su pareja le es infiel con el adulterio. Luego, a quien quiere solucionar su adulterio y no sabe cómo salir de él.
¿Tu cónyuge te es infiel?
Esta situación te está permitiendo reconocer por qué el adulterio es un pecado muy grave, porque sufres con mucho dolor e indignación la infidelidad de tu cónyuge; porque, nadie como tú, conoce y lleva encima el peso de los descuidos y destrozos que el adulterio produce: el engaño, el abandono, el desprecio, la hipocresía y, algo más doloroso que eso, el descontrol que empiezan a tener los hijos en su conducta; situación que también la tienes que sobrellevar con mucho sufrimiento.
En estos momentos la batalla ocurre es en tu mente y tu corazón, pues allí se agitan de manera contrariada y muy confusa los pensamientos y los sentimientos. Es necesario que, ante la falta de claridad en lo que quieres, lo que puedes y lo que debes hacer, no permitas que esa inestabilidad interior te lleve a cometer equivocaciones que vengan a echarle más leña al fuego de las dificultades que te ha ocasionado tu cónyuge con su infidelidad. No tomes tú las decisiones a partir de lo que dicten tus emociones, tus impulsos, tus vísceras; porque tal vez te tengas que lamentar más por lo que hiciste que por el adulterio de tu cónyuge.
¿Qué has de hacer?
Ponte de inmediato en las manos de Dios. Eso significa que no darás un solo paso que no sea dirigido por Él. Hacer la voluntad de Dios y no la tuya, ese será el uso perfecto de la libertad; pero si haces tu voluntad, el uso de la libertad será torpe y autodestructivo. Porque así actúa el demonio. Hace que tu cónyuge tropiece y te ofenda en tu ego, en tu estima, en tu dignidad, para provocarte y hacer que usted también, como tu cónyuge, haga cosas con las que también te autodestruyas. A tu cónyuge lo está destruyendo con el adulterio, a ti también te busca destruir con esa misma tentación o con otra; por ejemplo, con el desquite, la venganza.
Inmediatamente, busca orientación y asesoramiento de quien ayude a recuperar matrimonios, y no con agentes del mal que lo terminen de pulverizar: brujería, precipitación en el tema del divorcio, licor, venganza. No cedas a la primera persona que te diga que te separes. Busca dos o más, de confiable madurez espiritual, y luego sí podrás ponderar y tomar la decisión que más sea conveniente.
Para compartir:
1.- ¿Qué consecuencias genera el adulterio?
2.- ¿Cómo se debe actuar ante el adulterio, de manera que disminuya y no aumente los daños que produce?
Elaborada por:
P. Héctor Pernía, mfc
Fuente:
El contenido fue tomado de la ‘Guía de Auxilio Espiritual,’ elaborada por el mismo autor de esta publicación.