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Comentario:
Es su Esposa: Lo anunció en el Antiguo Testamento tomando por esposa suya a Israel (cf. Ez 16, 1-14), y hoy lo anuncia en la primera lectura: “…No se dirá de ti jamás «Abandonada», ni de tu tierra se dirá jamás «Desolada», sino que a ti se te llamará «Mi Complacencia», y a tu tierra, «Desposada». Porque Yahvé se complacerá en ti, y tu tierra será desposada. Porque como se casa joven con doncella, se casará contigo tu edificador, y con gozo de esposo por su novia se gozará por ti tu Dios.” (Is 62, 4-5). Y lo prometido, lo cumplió: ”Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo. (…) «Ven, que te voy a enseñar a la Novia, a la Esposa del Cordero.» (Ap 21, 2. 9)
Es Mariana:
El evangelio de hoy nos relata las bodas de cana (cf. Jn 2, 1-11), y nos enseña lo que sucede en la vida de un matrimonio, cuando los esposos tienen a la Virgen María invitada a su vida matrimonial. Ella está atenta a sus necesidades, e intercede ante su Hijo Jesucristo para ayudarles. También es evangelizadora, pues lleva a todos hasta Cristo. Les dice: “ Hagan lo que Él les diga”.
Además de mariana, ésta también es la Iglesia de los Santos intercesores: Estando Jesús en aquella boda como invitado, ninguno fue a Él. Ni siquiera el mayordomo. Su madre se dio cuenta que faltaba el vino e intercedió, ¡y su Hijo hizo el milagro!
Es Jerárquica
Muchas sectas manipulan el texto de la segunda lectura de hoy (1Cor 12, 4-11). Al leer que hay diversidad de carismas, de ministerios, actuaciones…, y los dones de profecía, curaciones, lenguas, discernimiento de espíritus lo toman como pretexto para luego inventarse y auto otorgarse títulos, y erigirse como pastores; todos ellos sin unidad entre sí, creando rupturas, acomodando a la propia conveniencia las Escrituras para inventar iglesias, todas ellas divididas y opuestas unas de otras, y lo que no se les puede olvidar para engañar a los incautos: todas a nombre de Cristo. Los no incautos se dan cuenta rápidamente que en realidad crecen al margen del Cuerpo de Cristo: ”Del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman más que un solo cuerpo, así también Cristo. Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo… (1Cor 12, 12-13)
Su equivocación deriva en la confusión que tienen entre ministerios y carismas.
Para proteger a la Iglesia de divisiones, Cristo la fundó organizada y jerárquicamente: con un pastor y guía a la cabeza (cf. Mt 16, 17-19; Jn 21, 15-17), un colegiado de Apóstoles para acompañarle y prolongar hasta todos el pastoreo y gobierno de la Iglesia (cf. Mc 3, 16-19; Jn 20, 21-23) y, para la posteridad, la sucesión apostólica (cf. Hch 1, 15-26). Y ellos iban nombrando presbíteros para la atención de todas las comunidades (cf. Ti 1, 4-11; 1Tim 1, 1-3; 4, 13-16).
Hablar de carismas es diferente, ya que estos son derramados de manera diversa por el Espíritu Santo entre los miembros del Cuerpo de Cristo, la Iglesia (Ef 4, 14-16; Col 2, 17-19).
Preguntas para compartir:
1. ¿Qué rasgos identifican las notas de la Iglesia de Cristo presentadas en esta publicación?
2. ¿Cuáles son las 4 notas fundamentales que caracterizan la Iglesia verdadera?
Elaborado por:
P. Héctor Pernía, mfc
