Pbro. Héctor Pernía, mfc
La ideología de género culpa a la sociedad de crear diferencias entre hombre y mujer. (586)
Insiste en que las diferencias entre hombre y mujer se crean a consecuencia de la cultura y la sociedad, y no por razones biológicas o naturales; y de allí pasan a pregonar que cada quien debe liberarse de ese discriminador sistema decidiendo, por su cuenta, si desea ser hombre o mujer.
Sigamos la respuesta que a este planteamiento encontramos en esta entrevista realizada por el noruego Harald Eia a un profesor inglés llamado Simon Baron-Cohen, experto en psiquiatría y perteneciente a la famosa Universidad de la Trinidad, ubicada en Cambridge. Como el mismo Harald lo reseña, en esa universidad se encuentra lo máximo en investigación científica inglesa, fue ganadora de 32 premios Nobel y fundada en 1546. Personalidades como Isaac Newton y Ludwig Wittgenstein fueron sus alumnos). Simon Baron-Cohen es un experto en autismo y ha llevado a cabo estudios de investigación muy reveladores con recién nacidos. Desde ese campo ha descubierto algunas importantes diferencias innatas entre niños y niñas. El mismo nos narra lo que encontró:
Baron-Cohen: _‘Investigamos con bebés de un día de edad. Le poníamos a la vista, o bien un objeto mecánico o una cara, y grabamos cuánto tiempo pasaban los niños observando cada uno de estos objetos. Descubrimos que eran más los niños que observaban el objeto mecánico y más niñas pasaban más tiempo observando el rostro. Incluso desde el primer día de vida. Y esto sucedía antes de que el niño conociera los juguetes. Antes de haber sido expuesto a las diversas influencias culturales o prejuicios’.
Harald: _Los hallazgos de Baron-Cohen, indican que estas diferencias de intereses surgen antes del nacimiento del bebé, en el útero materno. Continua diciendo:
Baron-Cohen: _‘Hoy sabemos que hombres y mujeres producen cantidades diferentes de hormonas. Pero en particular la testosterona; los hombres producen dos veces más testosterona que las mujeres. Y esta hormona influye en la manera en que se desarrolla el cerebro’.
Harald: _Pero, ¿cómo puede él saber que es el nivel de testosterona en el útero lo que genera esa diferencia de intereses? El profesor responde:
Baron-Cohen: _‘Medimos los niveles de testosterona cuando el bebé aún estaba en el vientre y le dimos seguimiento desde su nacimiento, observando su comportamiento. Encontramos que cuanto más alto era el nivel de testosterona en el niño antes del nacimiento, más lento era su desarrollo del lenguaje en la primera infancia, y menos contacto visual establecía, hasta la edad de uno o dos años. Así pues, un alto nivel de testosterona está asociado a un desarrollo social y del lenguaje más lento. Entonces, muchas de las diferencias de género pueden ser el resultado de niveles de testosterona asimétricos. Pero, ¿qué pasa cuando un feto femenino recibe demasiada testosterona? Es una condición genética el producir mucha testosterona. Y las niñas, con esta tendencia, demuestran una mayor preferencia por los juguetes masculinos’.
Harald: _Los niveles de testosterona en el útero, parecen aportar diferentes capacidades e intereses desde el inicio de la vida. Pero, ¿es duradero su efecto?
Baron-Cohen: _Dimos seguimiento a estos niños hasta los ocho años, interesados en observar su evolución. Descubrimos que, al crecer, aquellos que tenían más altos niveles de testosterona, tenían más dificultades con la empatía; con reconocer las emociones de otras personas, o apreciar sus puntos de vista. Pero también, se mostraban mucho más interesados en “sistemas”, en entender cómo funcionaban las cosas. De manera que, aun ignorando las grabaciones en video, y sólo midiendo su nivel hormonal, puedes predecir su patrón de intereses.
Niños y niñas nacen y son diferentes.
(587) En el Centro de Estudios Naturales de la Universidad de Oslo (Noruega), la profesora Camilla Schreiner llevó a cabo una investigación en veinte países intentando descubrir por qué hay tan pocas chicas que desean estudiar ciencias concluyendo que las de países menos igualitarios están más interesadas en aprender materias técnicas que las jóvenes noruegas.
La ideología de género asegura que mientras más igualitaria es una sociedad, ambos géneros se interesarían más por las mismas cosas. Pero ninguna de las respuestas de la investigación de dicha universidad concuerdan con esa teoría de que mientras más moderno sea un país más se acerquen entre si ambos géneros. Las mujeres en Noruega siguen poniendo sobre relieve la herencia femenina de trabajar cuidando a los hijos. La sociedad y las influencias culturales son la respuesta que la gente da a este fenómeno. Otros piensan que la razón es aún más simple, que la razón está en los genes. Sin embargo, hay quienes, con seguridad, dicen que eso se debe a que niños y niñas nacen diferentes. Hay diferencias sexuales.
Las personas podrán tal vez desear ser más iguales, pero son lo que son; chicos y chicas nacen con diferentes intereses. Se trata de algo que hay dentro de cada quien.
¿Es diferente o idéntico el cerebro de un hombre y una mujer?
(588) Tomaremos la respuesta, a esta pregunta, del trabajo de entrevistas de investigación elaborado por Harald Eia. Esto fue lo que encontró:
Un directivo del Centro Interdisciplinario de Investigación de Género de la Universidad de Oslo, en Noruega, llamado Jorgen Lorentzen, afirmó que las diferencias entre un hombre y una mujer apenas se reducen a los genitales, el pecho, la masa muscular, el vello y la estatura; y que fuera de eso, entre el hombre y la mujer, no hay diferencia alguna, y que en sentimientos, emociones, inteligencia, capacidad, intereses son idénticos. Sin mostrar evidencias, tachó de obsoletos y anticuados los estudios científicos que dicen que son diferentes. Por otra parte, el profesor Trond Diseth, director del área de pediatría de un hospital de Estados Unidos, se opuso rotundamente a esas afirmaciones, señalando que existe un montón de estudios y publicaciones recientes que presentan conclusiones claramente distintas. Así que no se trata de estudios anticuados. Es más, indica que están a la vanguardia de la investigación actual.
La profesora Anne Campbell de la Universidad de Durham, al norte de Inglaterra, también le responde: “¡Increíble!” Me sorprende que alguien pueda decir eso. Supongo que la pregunta obligada es: ¿de dónde vienen entonces ambas diferencias? ¿de dónde surgen las diferencias del sistema reproductor entre hombres y mujeres? Estoy segura que la respuesta de cualquier socióloga sería: “De la evolución”. ¿Y qué es lo que dirige el nacimiento de las diferencias, lo responsable de la producción de hormonas y de péptidos[1], que mantienen todo esto funcionando? ¡El cerebro humano principalmente!, a través del sistema endocrino. Para mí es muy difícil imaginar que la evolución haya operado sobre los sistemas reproductivos, sin haber influido en el cerebro, el órgano más complejo de nuestro cuerpo.
Los niveles hormonales inducen a las diferencias entre niños y niñas.
(589) Conozcamos esta entrevista hecha por Harald Eia a la profesora Anne Campbell:
Harald: _Estas diferencias hormonales están determinadas por diversos genes en los cromosomas “X” y “Y”. Pero, ¿por qué aparecen estas diferencias genéticas? ¿De dónde provienen los diferentes genes? Para encontrar la respuesta, debemos viajar en el tiempo; al origen de la historia humana. La profesora Anne Campbell puede explicarnos el por qué tenemos hoy estos genes. Ella es psicóloga evolutiva y estudia cómo, no sólo el cuerpo, sino también la psique, han sido influenciados por cientos de miles de años de evolución. Campbell considera al ser humano desde la teoría de Darwin, según la cual, nuestras características son el resultado de un largo proceso de selección.
Campbell: _La clave para entenderlo está en cuántos descendientes dejas. Cada circunstancia que incremente la capacidad de dejar más descendencia, tenderá a permanecer en el código genético. Estas son las huellas que la selección deja, tanto en hombres, como en mujeres.
Harald: _Entonces, ¿Por qué la evolución ha hecho a las mujeres y los hombres distintos?
Campbell: _Si las mujeres son las que dan a luz, amamantan y crían los hijos, sería muy sorprendente que no hubiese algún tipo de mecanismo psicológico que les ayudase a cumplir sus tareas y haciendo que esas labores resultasen placenteras para ellas. Así que, rasgos femeninos como la empatía, o el evitar confrontaciones peligrosas donde podrían resultar heridas; el evitar la exclusión social que podría alejarlas del grupo; son todas cualidades positivas que suponen que serán más capaces de sobrevivir, reproducirse y dejar hijos, que a su vez, puedan también reproducirse.
Harald: _Según Campbell, es probablemente por eso que las mujeres actuales están más orientadas hacia los demás que los hombres.
Campbell: _Sabemos, gracias a muchos estudios psicológicos, que una de las mayores diferencias sexuales se observa si pones a las personas en situación de estrés, diciéndoles, por ejemplo: “-En media hora le vamos a poner unas descargas eléctricas muy dolorosas”. Y preparamos el equipo diciéndole: _“Tiene que esperar. ¿Desea esperar sólo o en compañía de alguien?” Las mujeres elegirán estar acompañadas. Comúnmente, los hombres bajo estrés, ¡quieren estar solos! ¡No quieren estar con nadie! Los hombres y mujeres del año 2010 tienen aún influencias de genes que se desarrollaron desde hace cientos de miles de años. Es por eso que las mujeres eligen la enfermería, la medicina, el trabajo social, la enseñanza. Todas esas áreas donde existe intercambio cooperativo, donde las mujeres parecen sentirse más a gusto. Por supuesto que hay superposiciones entre sexos. Algunas son enormes. Hay mujeres fabulosas en ingeniería, física o química, etc. Pero, en esencia, diría que son intereses típicamente masculinos y menos femeninos.
Harald: _Creo que seguramente la evolución es importante, pero ¿no podrían explicarse mejor las diferencias de género actuales, basándonos en que tratamos de forma distinta a niños y niñas desde el primer día?
Campbell: _Hoy sabemos que las diferencias de género en algunas áreas son muy importantes. Entonces me resulta difícil creer que esas sutiles diferencias en el tono de voz que utilizamos, o la forma de contacto visual, y cosas como ésas, pueden llegar a ejercer una gran influencia sobre los intereses, actividades o preferencias que muestran esos niños.
[1] Concepto de «PÉPTIDO»: Los péptidos son un tipo de moléculas formadas por la unión de varios aminoácidos mediante enlaces peptídicos. Los péptidos, al igual que las proteínas, están presentes en la naturaleza y son responsables por un gran número de funciones, muchas de las cuales todavía no se conocen. La unión de un bajo número de aminoácidos da lugar a un péptido, y si el número es alto, a una proteína, aunque los límites entre ambos no están definidos. Fuente: en «Diccionario», <http://lexicoon.org/es/peptido>, (Ingreso: 20-08-2015).