- Liturgia<📖> Apologética
De la Liturgia de la Palabra.
XXlX Sem. T. Ordinario
Fecha: 24 de Octubre de 2018Comentario: Continuando con la escucha de la Palabra de Dios en la Carta de San Pablo a los Efesios (3,2-12), hoy descubrimos la gran convicción con la que el Apóstol afirma su vocación de Evangelizador y cómo se ha comprometido a ser instrumento para que la Iglesia, es decir, la Comunidad de los llamados a la Salvación, se vaya acrecentando.
En la actualidad, pareciera que los cristianos hemos perdido el ardor misionero y evangelizador por varias razones. Por un lado, los católicos hemos caído en un conformismo teológico por el cual decimos que todos pueden salvarse independientemente de la religión que tengan. Por su parte, las sectas «evangelizan» pero no para conducir a los hombres hacia Cristo o a la Unidad de la Iglesia, sino para proveerse sólo de miembros cuyos ingresos puedan aportar económicamente al Pastor o a la organización.
Por algo el Papa Francisco nos llama, no al proselitismo sino a la Evangelización, ya que la Evangelización verdadera anuncia a Cristo, instaura el Reino de Dios y lo hace presente como Iglesia, no como secta, ni como ONG o algo por el estilo.
Cada bautizado – tal y como nos lo dice el texto evangélico de hoy -debe cuestionarse si está sirviendo a su Señor mediante el Anuncio auténtico del Evangelio o si ha hecho del mismo un pretexto para su propia rentabilidad. La responsabilidad es grande porque el encargo es grande, pero la Promesa de recompensa lo es mucho más. Por lo tanto, procuremos que el Señor nos encuentre no en la embriaguez de nuestro conformismo, sino en el servicio diligente de la Evangelización.
Preguntas para compartir
1. ¿Tienes conciencia de tu responsabilidad en la Evangelización?2. ¿Evangelizas para Cristo o para acrecentar el número de miembros de tu grupo/comunidad/asociación?
Elaborada por:
P. Cristopher Cortes
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