XVI Sem. T. Ordinario
Comentario:
La Liturgia de hoy nos revela interesantes notas que nos llevan a encontrar en la Iglesia Católica la Iglesia y la fe verdadera.
En el Evangelio, Cristo reveló que primero fue sembrado el trigo y luego apareció la cizaña. Es asombroso que las sectas proclamen que ellas son la semilla del evangelio verdadero si la existencia de todas ellas es por muchos siglos posterior a la Iglesia Católica. Como si Jesucristo los hubiese fundado primero a ellos y luego con el correr de los tiempos hubiese aparecido la Iglesia Católica.
El terreno de la fe estuvo intacto, sin mayores contaminaciones de cizaña, hasta el siglo XV, cuando estalló el protestantismo en Europa y siglos después, desde Estados Unidos a Latinoamérica y a otras naciones. El escándalo de mayor división entre los cristianos es contemporáneo con el nacimiento del protestantismo a través de Martín Lutero, en Alemania (1521); luego los Calvinistas; después los Anglicanos; y posteriormente, un sinfín de movimientos y sectas, la mayor parte autoproclamándose ser el trigo mismo del Evangelio de Cristo.
La Iglesia Católica, en su doctrina y organización, contiene y conserva el mismo depósito, sin mayores cambios, de la doctrina y organización que tenía la Iglesia Primitiva, desde los primeros Apóstoles. Esto lo puede corroborar cualquiera que se dé un paseo por los escritos y testimonios de los primeros cristianos y Padres de la Iglesia. Puede trazar su ascendencia hasta Jesucristo. Pedro, el primero en gobernar la Iglesia desde Tierra Santa (cf. Mt 16, 17-19; Jn 21, 15-17; y Roma (Cf. 1Pe 5, 13). El segundo y cuarto Papa son mencionados en la Biblia (Lino: 2Tim 4, 21; Clemente: Flp 4,3). La primera fe, fue la católica; luego llegaron las sectas (arrianos, pelagianos, nestorianos, gnósticos, protestantes). La buena semilla es anterior a la cizaña (cf. Mt 13, 24-25; 1Jn 2, 19). Las sectas rompen la túnica de Cristo que antes era una sola (Jn 19, 23-24). Principalmente, el Protestantismo, produjo la ruptura de la túnica de la fe, que por siglos se había mantenido íntegra.
Otra nota que distingue a la fe católica, como la verdadera, es la que nos ofrece el profeta Jeremías en la primera lectura, donde especifica que el pecado de idolatría de Israel sucedió por rendirle culto al dios Baal de los cananeos y quien le echaban incienso. Sorprende que hermanos que se anden presentando como verdaderos cristianos igualen a Baal, un dios pagano, con una imagen de Jesucristo, que es el Dios verdadero y la vida eterna. ¿Cómo les cabe en la cabeza semejante atrevimiento de decir que las imágenes de Cristo son de otro dios? Son lobos vestidos de ‘cristianos’, diciéndole demonio a cuanta imagen hable de Cristo.
📝 Para compartir:
1.- Menciona algunos ejemplos doctrinales y fundacionales donde se evidencia la fe católica como trigo y el protestantismo como la cizaña que cayó después
2.- ¿Qué enseñanza nos deja la paciencia de Cristo ante la cizaña aparecida entre el trigo, de la que nos habla hoy el Evangelio?
✒ Elaborada por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc.
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