XI Sem. T. Ordinario
Comentario:
Cometen un gran error quienes, al leer este pasaje del Salmo 97, andan pensando o predicando que se refiere a la Iglesia Católica:
”Se avergüenzan los que adoran ídolos, los que se jactan de cosas estúpidas ¡Todos los dioses se postran ante él!” (Sal 97, 7)
La Iglesia Católica está muy clara, y así lo ha predicado durante siglos desde su misma fundación, que el Señor es el Altísimo sobre toda la tierra, que sólo a Él se adorará y no a falsos dioses. Sabemos muy claramente por Ex 20, 3, y otros muchos pasajes de la Sagrada Escritura y de la Tradición, que Dios es celoso de otros dioses que pretendan ocupar su lugar. Al rezar el Credo, y demás oraciones católicas, reafirmamos nuestra comunión y obediencia a lo que nos manda el Señor: “«Sepan que sólo tú te llamas Señor, y eres Altísimo en toda la tierra.» (Sal 83, 19).
Avergonzados, dice la Palabra de Dios, quedarán aquellos que «viven como enemigos de la cruz de Cristo, orgullosos de aquello de lo que luego sentirán vergüenza» (cf. Flp 3, 18-19). Por ellos, San Pablo llora de dolor, por la ceguera que llevan en su alma y en su fe aquellos que dejándose arrastrar por el espíritu de la apostasía, “se elevan contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto” (cf. 2Tes 2, 4): imágenes de Cristo, de su madre santísima o de sus Santos y las andan rompiendo, quemando o llamando demonios. Tanto que leen la Biblia y no encuentran que las imágenes de la virgen María son, en la Nueva Alianza, la realidad de aquella sombra o figura que los israelitas veían en el Arca de la Antigua Alianza:
”Se abrió el Santuario de Dios en el cielo y apareció el arca de su alianza en el Santuario… Un gran signo apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; está encinta y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz. (Ap 11, 19; 12, 2)
Dios tenga misericordia con quienes actúan violentamente ante las imágenes cristianas, no proceda con ellos como hizo con el soldado Uzzá, quien tan sólo tocó el arca de la alianza y murió en el acto. (cf. 2Sam 6, 6-7)
Para compartir:
1.- ¿Qué gestos corporales y expresivos has notado en los hermanos esperados cuando reaccionan ante un crucifijo u otra imagen cristiana?
2.- ¿Qué puede explicar tales actitudes?
Elaborada por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc
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