- Liturgia<📖> Apologética
De la Liturgia de la Palabra.
XI Sem. T. Ordinario
Fecha: 11 de Junio de 2018
Comentario: ”…dijo el Espíritu Santo: «Apartadme a Bernabé y a Saulo para la misión a que los he llamado.» Volvieron a ayunar y a orar, les impusieron las manos y los despidieron.” (Hch 13,2-3).
La Liturgia de hoy es propicia para discernir quienes son, realmente, los siervos del Señor. Esto, porque pululan por doquier `falsos profetas` (2Pe 2:1), haciéndose pasar por “elegidos de Dios”, entendiendo el evangelio a su manera, afirmando que la sanidad, el lujo y el confort son signos de “bendición” y además cobrando por sus supuestos servicios.
Es importante destacar que el ministerio de Dios no se ejerce para lucrarse ni para obtener un beneficio material. En la Biblia se presenta un caso, digamos, particular al respecto, que es cuando Eliseo sana a Naamán, capitán del rey Aram, que sufría de lepra. Éste quería agradecerle o `pagarle` el beneficio con una fortuna; sin embargo, Eliseo rehusó la paga (cf 2Rey5,16), porque sabía que los dones de Dios son gratuitos. No nos suceda como a Geizi, un criado de Elíseo,
quien terminó ganándose la lepra por avaricioso!.
No hagamos del Evangelio un producto del que nos aprovechemos para acumular fortuna. Al final Dios nos dará recompensa, pues cada uno recogerá el fruto de sus propias acciones.
Por otro lado, en la primera lectura (Hch 11,21b-26;13,1-3) observamos que Bernabé y Pablo son designados como misioneros del Señor, y menciona la conversión de un gran número de gente y de cómo se iban adhiriendo al Señor; es decir, unidos en un solo rebaño, gracias al testimonio de sus ministros, en este caso de Bernabé: `hombre de bien y lleno del Espíritu Santo`.
Ahora, con respecto al sustento, lo encontramos en el evangelio: “Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. (Mt 10, 7-13). Aparentemente, esto no lo han entendido muchos, ya que viven mejor que cualquiera, acumulando dinero y disfrutando de la supuesta `bendición de Dios´. Creo que debemos cuidarnos y evitar caer en ello, y leer a Pablo cuando dice: «Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma». ( 2Ts 3,10), ¿Por cierto, será esto lo que ha despertado la proliferación de sectas?. ¿Se cumplirá entonces lo que dice Pedro: «y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas». (2Pe 2,3).?
En conclusión, vemos que el testimonio de Jesús, e incluso el de nuestras primeras comunidades, difiere bastante de estos que dicen ser `ministros del Señor`. De hecho, Pablo manifiesta haber trabajado bastante para no ser una carga para las comunidades evangelizadas. (1Tes 2,9; 2Tes 3,8). Procuremos entonces que Jesús no nos diga: «¡Aléjense de mí, ustedes que hacen el mal!»
Preguntas para compartir:
1.- ¿Cuál es tu opinión acerca del tema de la publicación?.
2.- ¿Cuál crees tú que sería la actitud del cristiano ante la presencia de estos falsos pastores?.
Elaborada por:
Adelina Ruiz Mfc
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