- Liturgia<📖> Apologética
De la Liturgia de la Palabra.
IX Sem. T. Ordinario
Fecha: 08 de Junio de 2018
Comentario:
“y así, con todos los santos, lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano. Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios.” (Ef 3,18-19).
Hoy en nuestra Iglesia Católica celebramos la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús y por supuesto que la liturgia viene recargada con lecturas bíblicas referentes al amor de Dios, a la forma en que debemos actuar todos los cristianos, sin embargo la ocasión se hace oportuna para resaltar que los hermanos esperados, distan bastante de este amor fraternal, de la expresión de un amor o un afecto auténtico, en la mayoría de las veces, son arrogantes, intolerantes y hasta falta de respeto con sus semejantes o con los que difieren de su profesión de fe.
Esta actitud es distinta de lo que aconseja la Biblia para todos aquellos que quieran ser partícipes del reino de Dios. “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Jn 3:16) Esto es un acto admirable y que debe convencernos del amor de Divino. _ “Nadie tiene amor más grande que el da la vida por sus amigos”_ (Jn 15,13). Y sin embargo nuestro Padre ha ido más allá, nos ha dado a su hijo, nuestro Señor Jesucristo, nuestro redentor.
Ahora bien, Él ha venido para enseñarnos a cumplir la voluntad del Padre, a mostrarnos que con la Gracia y los dones del Espíritu Santo podemos ser perfectos. Que su mandamiento es: “que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.” (Jn 15,12). Por eso nos invita a ser «Siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor.” (Ef 4,3). Porque ¿Cómo justificas decir amar a Dios pero odias a tu hermano?, eres un mentiroso; “pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.” (1 Jn 4,20). Dejemos de ser incoherentes y testimoniemos con nuestros actos nuestras palabras. Oremos junto con Pablo: “que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; y así, con todos los santos, lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano. Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios”, unamos nuestros corazones y digamos con confianza amén.
Resumiendo lo expuesto, es posible amar como Jesús, podemos lograr que nuestro corazón sea semejante al de Él. Profesar un amor responsable, fiel y dispuesto para servirle al hermano, independientemente de la profesión, raza o credo que tenga; testimoniar que Cristo habita en nuestro corazón y que nuestro amor es puro, sincero, que “todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1Cor 13,7). Así pues trabajemos para que seamos sarmientos unidos a la vid y que podamos “producir frutos al ciento por uno” (Mc 4,20).
Preguntas para compartir:
1.- ¿Cómo demuestras que amas a Dios?.
2.- ¿Crees que puedes amar como lo dice la Biblia en 1Cor 13,7?
Elaborada por:
Adelina Ruiz Mfc
Hospitalitos de la Fe – Para Sanar mi Fe
Menu
Menu
Menu
Menu
